Por Jesús Aguado
MADRID, 5 oct (Reuters) -El Banco de España recortó significativamente el miércoles su previsión de crecimiento del PIB para el próximo año debido al impacto del aumento de los precios de la energía en Europa y al menor gasto de los consumidores.
Dijo que esperaba que el producto interior bruto se expandiera un 1,4% en 2023, por debajo de la tasa de crecimiento prevista anteriormente del 2,8%, lo que contrasta con la previsión del Gobierno de un crecimiento del 2,1%.
La actividad económica en la eurozona se ha visto afectada por las consecuencias financieras de la invasión rusa de Ucrania, lo que ha provocado un aumento de los precios del gas y la electricidad que, según el banco central, afectará a la economía nacional en los próximos trimestres.
"El elevado coste de las materias primas energéticas y la inseguridad con respecto al suministro están afectando a la producción de las industrias más electrointensivas. En conjunto, esta disminución de rentas de la industria y de los hogares está conduciendo también a una reducción de la demanda de la producción del resto de ramas", dijo el Banco de España en un comunicado.
En este contexto, dijo que estima que la economía creció un 0,1% en el tercer trimestre, después de expandirse un 1,5% más de lo previsto en el segundo, tras la relajación de las restricciones del COVID-19 y una mayor recuperación del turismo.
Esto llevó al Banco de España a revisar al alza su previsión de crecimiento económico para este año hasta el 4,5% desde el 4,1%.
Debido a la incertidumbre geopolítica derivada de la guerra y al endurecimiento de las condiciones de financiación en la zona euro introducido para combatir la creciente inflación, el Banco de España dijo que no espera que la economía española se recupere a los niveles anteriores a la pandemia hasta el primer trimestre de 2024, dos trimestres más tarde de lo previsto en junio.
En ese momento, considera que la economía crecerá un 2,9% en 2024, más rápido que el 2,6% previsto anteriormente, ya que es probable que las tensiones del mercado energético y las interrupciones de las cadenas de suministro mundiales se reduzcan, y también gracias a un despliegue más rápido de los fondos de recuperación de la Unión Europea.
El año pasado, la economía española repuntó un 5,5% tras un desplome récord del 11,3% en 2020 inducido por la pandemia de coronavirus.
El banco central prevé que la inflación anual al consumo armonizada con la UE alcance el 8,7% en 2022, frente al aumento de precios previsto anteriormente del 7,2%. Prevé una tasa de inflación todavía elevada del 5,6% en 2023, antes de que caiga al 1,9% en 2024.
"En los próximos trimestres, la inflación se mantendrá por encima del 8%. Sólo a partir de la primavera se ralentizará", dijo a la prensa el economista jefe del banco central, Ángel Gavilán.
Se prevé que la inflación subyacente aumente hasta el 3,9% este año, antes de reducirse al 3,5% en 2023 y al 2,1% en 2024.
(Información de Jesús Aguado; información adicional de Emma Pinedo; editado en español por José Muñoz y Benjamín Mejías Valencia)