Fráncfort (Alemania) 1 oct (.).- El Banco Central Europeo (BCE) permite a partir de hoy repartir dividendos a los bancos, pero sigue recomendando prudencia y cree que no van a realizar un reparto muy elevado.
En 2020 los principales bancos europeos mantuvieron 28.000 millones de euros en sus libros contables porque el BCE les recomendó no hacerlo para poder cubrir pérdidas y dar más créditos a la economía real.
RE.ENDACIÓN TRAS EL ESTALLIDO DE LA CRISIS POR LA PANDEMIA
En marzo de 2020 el BCE pidió a los bancos que no repartieran dividendos ni recompraran acciones con el fin de aumentar su capacidad de absorción de pérdidas y de dar crédito a los hogares, a las pymes y a las grandes empresas durante la pandemia de la covid.
En julio del año pasado repitió una recomendación similar, mientras que en diciembre recomendó a las entidades de crédito que limitaran el reparto de dividendos.
El BCE recomendó en diciembre que los dividendos y recompras de acciones se mantuvieran por debajo del 15 % del beneficio acumulado de los ejercicios de 2019 y 2020 y no sobrepasen los 20 puntos básicos de la ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1), si este importe fuera menor.
Los bancos europeos que el BCE supervisa directamente decidieron repartir dividendos por un total de 10.000 millones de euros en los primeros meses de 2021, según cifras de la entidad.
Esta cantidad es menos de una tercera parte de la cantidad con la que los bancos retribuyen normalmente a sus accionistas en un año financiero normal.
El BCE decidió en julio no prolongar más allá de septiembre de 2021 la recomendación de limitar el reparto de dividendos.
La entidad europea hace hincapié en que la medida "ha sido efectiva" y que los bancos que alteraron sus planes de reparto de dividendo aumentaron las provisiones en un 5,5 % y el préstamo a la economía real en un 2,4 % respecto a los que mantuvieron sus planes de reparto de dividendo, porque ya lo habían pagado antes de la recomendación o porque no tenían intención de hacerlo desde el principio.
La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha dicho esta semana que la recomendación de limitar el reparto de dividendos tuvo un efecto positivo adicional de 17 puntos básicos en la solvencia de los bancos grandes de la zona del euro.
El dividendo es la fórmula más común que usan las empresas para repartir una parte de los beneficios entre sus accionistas y estos abonos son habitualmente regulares en el tiempo, que se consideran ordinarios, y de dos tipos: a cuenta o complementarios.
Los dividendos a cuenta son pagos anticipados antes de que finalice el ejercicio económico, mientras que el complementario es el que llega aprobada la aplicación del resultado y fijado el dividendo total.
EL BCE NO QUIERE PODERES VINCULANTES SOBRE LOS DIVIDENDOS
El presidente del Consejo de Supervisión BCE, Andrea Enria, considera inapropiado dotar a la entidad monetaria u otros supervisores nacionales de poderes vinculantes sobre el reparto de dividendos.
La recomendación del BCE a los bancos de no repartir dividendos no es legalmente vinculante y era "por tiempo limitado" y "por circunstancias verdaderamente excepcionales".
En este sentido, Enria ya dijo desde mayo que "los beneficios de introducir nuevos poderes vinculantes para restringir las distribuciones debe ponderarse cuidadosamente frente a posibles inconvenientes", ya que puede señalar que esas restricciones podrían ocurrir con más frecuencia en el futuro.
El BCE reconoce que los dividendos son importantes para que los bancos puedan conseguir capital externamente y cree que un poder vinculante para prohibirlo puede "afectar negativamente a la sostenibilidad a largo plazo de las instituciones y los mercados".
Estos efectos podrían ser muy agudos si la Unión Europea (UE) da este paso unilateralmente y otros países no dan poderes similares a sus autoridades.
Da la impresión de que los bancos españoles fueron los que más se quejaron por la recomendación del BCE.
El BCE no hace comentarios de bancos concretos y se limitó a decir que, aunque tuvo algunas conversaciones difíciles con unos pocos bancos, todas las instituciones significativas han seguido la recomendación.
El Santander (MC:SAN), el BBVA (MC:BBVA) y Bankinter (MC:BKT) ya han dicho que van a repartir en breve dividendos anticipados con cargo a los resultados de 2021.
Las decisiones sobre el reparto de dividendos no necesitan la autorización formal del BCE, aunque la entidad no debe oponerse, pero las recompras de acciones necesitan la autorización de la entidad.
RIESGO DE CRÉDITO
El BCE sigue recomendado prudencia a los bancos en la retribución a los accionistas y que creen suficientes provisiones para cubrir posibles pérdidas por impagos de créditos.
Los bancos deben considerar detenidamente la sostenibilidad de su modelo de negocio y no deben infravalorar el riesgo de que las pérdidas puedan tener posteriormente un impacto en su trayectoria de capital a medida que se vayan retirando las medidas de apoyo público.