LONDRES, 24 mar (Reuters) - La actividad empresarial de la zona del euro ha sido más fuerte de lo esperado este mes, según mostró una encuesta el jueves, aunque los precios también subieron a un ritmo récord, lo que probablemente aumentará la presión sobre el Banco Central Europeo para que suba los tipos de interés.
Parte de ese crecimiento se debió a un repunte tras el levantamiento de las restricciones por el COVID, pero las perspectivas son turbias, ya que los problemas de la cadena de suministro causados por la pandemia del coronavirus han empeorado tras la invasión rusa de Ucrania.
El índice compuesto de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) de S&P Global, considerado un buen indicador de la salud económica general de la eurozona, bajó a 54,5 puntos en marzo desde los 55,5 de febrero, aunque se situó cómodamente por encima de la media de 53,9 prevista en una encuesta de Reuters.
Una lectura por encima de los 50 puntos indica crecimiento.
"Los datos de la encuesta subrayan el impacto inmediato y significativo de la guerra entre Rusia y Ucrania en la economía de la zona y resaltan el riesgo de que la economía de la zona euro comience a deteriorarse en el segundo trimestre", dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global.
"La guerra ha agravado las ya existentes presiones creadas por la pandemia en los precios y los obstáculos en las cadenas de suministro".
Tanto el índice compuesto de los precios de los insumos como el de los precios de los productos alcanzaron su nivel más alto en la historia de la encuesta.
El índice de precios de producción subió a 65,7 puntos desde la lectura previa de 62,3, lo que sugiere que la inflación, que ya alcanzó un récord del 5,8% en febrero, seguirá subiendo. El BCE tiene un objetivo en el medio plazo del 2%.
A principios de este mes, el BCE dijo que dejará de inyectar dinero en los mercados financieros este verano, allanando el camino para un aumento de los tipos de interés.
El PMI que cubre el sector de los servicios cayó a 54,8 puntos este mes desde los 55,5 del anterior, pero superó la estimación de Reuters de 54,2.
La demanda se mostró resistente y, al reducirse las restricciones relacionadas con la pandemia, las empresas aumentaron sus plantillas a un ritmo más rápido. El índice de empleo en el sector servicios subió a 54,8 puntos desde 53,6.
Aunque la actividad de las fábricas se mantuvo sólida, el ritmo de crecimiento se redujo hasta el más débil desde enero del año pasado. El PMI manufacturero cayó a 57,0 puntos desde los 58,2 previos, pero superó las expectativas de 56,0.
El índice que mide la producción, que alimenta el PMI compuesto, cayó a 53,6 puntos desde 55,5.
La elevada inflación y la preocupación por la invasión de Ucrania por parte de Rusia hicieron mella en el optimismo. El índice de producción futura de las fábricas se desplomó a 53,8 puntos desde 68,5, su lectura más baja desde mayo de 2020, no mucho después de que estallara la pandemia de coronavirus en Europa.
"Las firmas ya se están preparando para una reducción del crecimiento económico y las expectativas de actividad total futura se desplomaron en marzo, puesto que a las firmas les preocupa cada vez más el impacto de la guerra en una economía a la que todavía le cuesta consolidarse después de la pandemia", dijo Williamson.
(Reporte de Jonathan Cable; edición de Hugh Lawson (T:2651); traducción de Darío Fernández)