Por Jan Wolfe y Makini Brice
WASHINGTON (Reuters) - Un exasesor de la Administración estadounidense que dice haber sido destituido de su cargo por plantear inquietudes sobre la preparación para el coronavirus, dijo en una audiencia en el Congreso el jueves que Estados Unidos podría enfrentar "el invierno más oscuro" de los últimos tiempos si no mejora su respuesta a la pandemia.
Horas después de que el presidente Donald Trump lo criticó en Twitter, Rick Bright testificó ante una comisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre la preparación para el brote.
Bright fue destituido el mes pasado como director de la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado, o BARDA, una parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos responsable del desarrollo de medicamentos para combatir el coronavirus.
"Lo que hacemos debe hacerse cuidadosamente con la orientación de las mejores mentes científicas. Nuestra ventana de oportunidad se está cerrando. Si no mejoramos nuestra respuesta ahora, basada en la ciencia, temo que la pandemia empeore y se prolongue", dijo Bright durante su testimonio.
La pandemia ha infectado a casi 1,4 millones de personas en Estados Unidos, ha debilitado la economía y ha matado a más de 82.000.
Bright testificó ante la subcomisión de salud que "nunca olvidaría" un correo electrónico que recibió en enero de un proveedor estadounidense de máscaras de grado médico en el que se le advertía de una grave escasez.
"Me dijo: 'Estamos en un gran aprieto. El mundo lo está. Tenemos que actuar'", comentó Bright. "Y lo llevé al más alto nivel que pude del Departamento de Salud y no obtuve respuesta".
Trump, que ha estado presionando para que la economía estadounidense reabra rápidamente, despidió a Bright y lo calificó como un "empleado descontento" en Twitter el jueves por la mañana, antes de que empezara la audiencia.
En una denuncia presentada ante un organismo de control del gobierno la semana pasada, Bright dijo que advirtió sobre el virus en enero y que se encontró con la hostilidad de los líderes del Departamento de Salud de Estados Unidos.
(Editado en español por Javier López de Lérida)