Por Liangping Gao y Ryan Woo
PEKÍN (Reuters) - La actividad del sector servicios en China creció por cuarto mes consecutivo en abril, según mostró el viernes una encuesta del sector privado, en un momento en que las empresas se beneficiaban del retorno a los niveles prepandémicos de demanda y producción, aunque el impulso se ralentizó.
El índice de gestores de compras (PMI, por sus siglas en inglés) del sector servicios de Caixin/S&P Global se situó en 56,4 puntos en abril, por encima de la marca de 50 puntos que separa mensualmente la expansión y la contracción de la actividad, frente a los 57,8 del mes anterior.
Las cifras se hicieron eco del PMI oficial publicado el domingo, que mostró también un menor ritmo de expansión.
Analistas advierten que el impulso podría debilitarse aún más, ya que el consumo interno todavía no se ha recuperado del todo y se necesita más apoyo de la política monetaria.
Según Bruce Pang, economista jefe de Jones Lang LaSalle, el consumo necesitará más apoyo de la política monetaria y estímulos, mientras el crecimiento de los beneficios empresariales, los ingresos de los ciudadanos y los ingresos fiscales se quedaron rezagados respecto al crecimiento económico en el primer trimestre.
La economía china creció en el primer trimestre a un ritmo superior al previsto, gracias a que las empresas y los consumidores se quitaron de encima los efectos de las estrictas restricciones frente al COVID-19 que se levantaron en diciembre.
Pero la segunda mayor economía del mundo se enfrenta a una recuperación desigual y a vientos en contra persistentes, con una fuerte actividad en los servicios y una contracción en el sector manufacturero.
El turismo chino recuperó los niveles prepandemia durante los cinco días de festivo del Día del Trabajador, ya que los viajes internos aumentaron en más de dos tercios con respecto al año anterior, según datos del Gobierno.
La economía seguirá recuperándose en el segundo trimestre, pero a un ritmo más lento, como ponen claramente de manifiesto los datos de los festivos: el número de turistas superó los niveles de 2019, pero el consumo total en valor aún no alcanzó el nivel anterior al COVID-19, afirmó Nie Wen, economista de Hwabao Trust.
El yuan chino avanzaba dentro de un estrecho margen el viernes, impulsado por un dólar más débil, pero su fortaleza se vio limitada por los últimos datos que mostraban un ritmo más lento de la recuperación económica.
Las bolsas chinas bajaban ligeramente.
AUMENTO DE LOS COSTES
La actividad de producción y los nuevos pedidos de las empresas de servicios encuestadas, incluidos los nuevos pedidos de exportación, aumentaron por cuarto mes consecutivo en abril.
El grupo Caixin atribuyó el aumento de la actividad a la vuelta a unas condiciones de funcionamiento más normales, ya que el impacto del COVID-19 siguió desapareciendo.
Sin embargo, los gastos de explotación subieron a su nivel más alto en 12 meses, impulsados por el aumento de los costes de personal y de los precios de las materias primas.
Sin embargo, los esfuerzos por atraer nuevos pedidos limitaron la capacidad de las empresas para repercutir el aumento de los costes a los clientes.
"Queda por ver si el repunte económico es sostenible tras la liberación a corto plazo de la demanda reprimida, ya que varios indicadores señalan que la recuperación aún no ha encontrado una base estable", dijo Wang Zhe, economista jefe de Caixin Insight Group.
"En el futuro, las políticas pertinentes deberán centrarse en expandir la demanda interna, estabilizar el empleo y mejorar las expectativas, así como en mejorar el mecanismo de transmisión monetaria y crear un círculo virtuoso de desarrollo económico", afirmó Wang.
China mantendrá el apoyo a la economía, centrándose en la demanda interna, que sigue siendo insuficiente, dijo la semana pasada el Politburó, máximo órgano decisorio del gobernante Partido Comunista.
El PMI compuesto de Caixin/S&P, que incluye tanto la actividad manufacturera como la de servicios, cayó a 53,6 desde 54,5 en marzo, marcando el cuarto mes consecutivo de expansión.
(Información de Liangping Gao y Ryan Woo; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)