Por Balazs Koranyi y Francesco Canepa
FRÁNCFORT, 20 mar (Reuters) -El Banco Central Europeo (BCE) trató el miércoles de frenar las especulaciones sobre una racha de recortes de los tipos de interés, aun reconociendo datos alentadores sobre la ralentización de las subidas de precios y salarios.
Muchos dirigentes del BCE se han mostrado partidarios de una primera reducción de los costes de financiación —actualmente en máximos históricos—, muy probablemente en junio, y el debate se centra ahora en cuántos recortes más se producirían a continuación.
Pero su presidenta, Christine Lagarde, dijo que el BCE no podía comprometerse a un número determinado de recortes de tipos incluso después de que empiece a reducir los costes de endeudamiento.
"Nuestras decisiones tendrán que seguir dependiendo de los datos y reunión por reunión, respondiendo a la nueva información que vaya llegando", dijo Lagarde en una conferencia en Fráncfort.
"Esto implica que, incluso después de la primera bajada de tipos, no podemos comprometernos de antemano con una senda de tipos concreta".
En la misma línea que Lagarde, el economista jefe del BCE, Philip Lane, afirmó que él y sus colegas estarán "calibrando durante mucho tiempo el equilibrio entre el nivel de restricción que necesitamos y el ritmo de progreso que vemos en la inflación subyacente y los salarios".
Y su colega Isabel Schnabel incluso planteó la perspectiva de una nueva era de tipos de interés estructuralmente más altos.
"Las necesidades excepcionales de inversión derivadas de los retos estructurales relacionados con la transición climática, la transformación digital y los cambios geopolíticos pueden tener un impacto positivo persistente en el tipo de interés natural", dijo Schnabel.
Los mercados monetarios prevén tres recortes de aquí a diciembre, con alguna posibilidad de un cuarto, lo que reduciría el tipo del 4% que el BCE paga por los depósitos bancarios al 3,25% o al 3,0%.
La inflación en la zona euro ha caído desde un aumento porcentual de dos dígitos en otoño de 2022 hasta el 2,6% el mes pasado.
Y Lagarde dio a entender que esta caída probablemente sería "más duradera y menos dependiente de las hipótesis sobre los precios de las materias primas" que en el pasado, debido a la caída prevista de la inflación subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía.
También acogió con satisfacción los datos del BCE que muestran que el crecimiento anual de los salarios se ha ralentizado del 4,4% en enero al 4,2% en marzo.
ESTANCAMIENTO
Por otro lado, el crecimiento económico de la zona euro se ha estancado y el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, afirmó que existen indicios de que las subidas de tipos del BCE están teniendo un impacto mayor de lo previsto.
"Vigilaremos de cerca la materialización de tales riesgos y calibraremos en consecuencia el grado de restricción monetaria", dijo De Cos en el mismo acto.
Sin embargo, Lagarde detalló las condiciones necesarias para que el BCE empiece a recortar los tipos: ralentización del crecimiento salarial, caída continuada de la inflación y nuevas proyecciones internas que confirmen que el crecimiento de los precios está volviendo a su objetivo del 2%.
"Si estos datos revelan un grado suficiente de alineación entre la senda de la inflación subyacente y nuestras proyecciones, y suponiendo que la transmisión (de la política monetaria) siga siendo fuerte, podremos pasar a la fase de reducción de nuestro ciclo de política monetaria y hacerla menos restrictiva", dijo Lagarde.
El BCE celebrará reuniones los días 11 de abril, 6 de junio, 18 de julio, 12 de septiembre, 17 de octubre y 12 de diciembre.
Algunos gobernadores del BCE, como el letón Martins Kazaks y el neerlandés Klaas Knot, han destacado la ventaja de moverse cuando se publican las nuevas previsiones, es decir, en junio, septiembre y diciembre.
Por el contrario, el gobernador del banco central griego, Yannis Stournaras, dijo que dos recortes antes del receso de verano del BCE en agosto parecían razonables, seguidos de otros dos a finales de año.
Frederik Ducrozet, responsable de análisis macroeconómico de Pictet Wealth Management, dijo que los comentarios de Lagarde del miércoles constituirían la base para alcanzar un consenso entre los dirigentes monetarios.
"Esperamos que el BCE recorte los tipos en junio, haga una pausa en julio (aunque aquellos a favor de los estímulos monetarios podrían presionar más) y reanude los recortes en cada reunión a partir de septiembre", dijo en la red social X.
(Escrito por Francesco Canepa; editado en español por Tomás Cobos y Benjamín Mejías Valencia)