Lisboa, 29 jul (.).-El Banco de Portugal (BdP), supervisor de las entidades financieras del país, anunció hoy una prórroga de dos años para constituir reservas de fondos propios a los seis principales bancos, considerados de importancia sistémica.
La estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD), Banco Comercial Portugués (LS:BCP), Novo Banco, el Banco Portugués de Inversión (BPI) (LS:BBPI), el Santander (MC:SAN) Totta y la Caixa Económica Montepio Geral tendrán hasta el 2019, y no el 2017, para completar una reserva adicional de capital con fondos propios.
Esta reserva, que responde a la nomenclatura "O-SIIs" y que está impulsada por la autoridad bancaria europea, busca crear un "colchón" que mitigue los riesgos de los bancos.
Aunque la fecha límite es el 1 de enero 2019, será a partir del 1 de enero del 2018.
Dilatar esta decisión beneficia a algunos bancos lusos que atraviesan tiempos turbulentos, sobre todo al Novo Banco, en proceso de venta, y a la Caixa Geral de Depósitos, que necesita miles de millones de recapitalizarse, según el Bdp.
Portugal ha sido un país azotado por los problemas bancarios desde que estalló la crisis financiera en 2008.
El sector bancario ha requerido el aporte de los contribuyentes lusos y ha afectado al déficit del país.
En 2015, Portugal cerró con un déficit público del 4,4 % del PIB (por encima del 3 %) por culpa del impacto fiscal por la intervención en el banco luso Banif (unos 3.000 millones), en diciembre del 2015.
En agosto de 2014, Lisboa inyectó 4.900 millones de euros en el Novo Banco, escisión saludable del colapsado Banco Espírito Santo (BES).
En 2008 y 2009, el Estado luso inyectó más de 3.000 millones de euros en la intervención de otro banco, el Banco Portugués de Negocios (BPN).