Lisboa, 31 ago (.).- El Tesoro portugués colocó hoy 1.000 millones de euros en obligaciones a 5 y 10 años a cambio, en este último plazo, de las menores tasas de interés registradas en las anteriores subastas similares celebradas este año.
Según los datos divulgados por la Agencia de Gestión de la Tesorería y de la Deuda Pública (IGCP), los títulos a 10 años -que se utilizan como referencia para medir la confianza que despierta el país- se adjudicaron a una tasa de interés de 3,027 %, la menor en lo que va de año para este tipo de obligaciones.
La demanda de estos títulos fue de 1,72 veces superior a la oferta.
En la misma subasta, Portugal colocó otros 450 millones de euros en títulos a 5 años con una tasa del 1,87 %, mayor a la registrada en la última puja de este tipo, celebrada en junio, cuando alcanzó un interés del 1,843 %.
En esta puja, la demanda fue 2,15 veces superior a la oferta.
En total, el Tesoro subastó 1.000 millones de euros, un montante que se sitúa dentro de las previsiones de la entidad, que esperaba adjudicar entre 750 y 1.000 millones.
Esta es la primera subasta de duda pública realizada por Portugal después de que Lisboa y Bruselas llegasen a un acuerdo para recapitalizar la estatal Caixa Geral de Depósitos (CGD) con hasta 4.600 millones de euros que no afectará al déficit luso, aunque sí obligará a rectificar el presupuesto.
Dentro de ese plan, el Estado portugués inyectará 2.700 millones en la entidad, que no afectarán al déficit al no considerarse ayuda pública, y le transferirá sus acciones en la gestora pública ParCaixa, valoradas en 500 millones de euros.
El banco recibirá otros 900 euros de la conversión en capital de la ayuda que el Estado le había prestado durante los años del rescate financiero en forma de instrumentos de capital contingente ("CoCos") y lanzará una emisión de deuda subordinada para inversores privados para recaudar hasta 1.000 millones más.
Que el déficit de Portugal no se vea afectado por esa recapitalización supone un respiro para el país, que ya estuvo cerca de ser sancionado por Bruselas por no cumplir el objetivo de déficit del año pasado.