Por Ali Kucukgocmen
ANKARAReuters) - El presidente turco Tayyip Erdogan preparó el terreno para una mayor inflación y un menor crecimiento económico cuando destituyó a un respetado gobernador del banco central el mes pasado, lo que provocó una venta masiva de activos turcos, según varios economistas.
Los bancos de Wall Street JPMorgan (NYSE:JPM), Goldman Sachs (NYSE:GS) y Citigroup (NYSE:C) elevaron las previsiones de inflación después de que la lira se desplomara un 12% en respuesta a la destitución de Naci Agbal, un partidario del endurecimiento de las políticas monetarias. Fue sustituido por Sahap Kavcioglu, de quien se espera que recorte pronto los tipos de interés.
Para Turquía, que depende de las importaciones, una moneda más débil aumenta los precios del consumo y de las materias primas, impulsando la inflación, que lleva años estancada en tasas de dos dígitos y superó el 16% el mes pasado.
Los economistas afirman que ahora alcanzará un máximo del 18% en abril o mayo, y podría subir más, desbaratando las expectativas anteriores de un ciclo de relajación monetaria gradual a finales de año y un crecimiento del producto interior bruto de hasta el 6% en 2021.
"Los últimos acontecimientos han hecho saltar por los aires la confianza de los inversores en el país", afirmó Jason Tuvey, economista senior de mercados emergentes de Capital Economics, que redujo las previsiones de crecimiento económico al 4,8%, desde el 6,8% anterior al despido de Agbal, y podría recortarlas aún más.
En la semana posterior a la abrupta destitución de Agbal, el 20 de marzo, los inversores extranjeros se deshicieron de activos turcos por valor de 1.900 millones de dólares, la mayor caída en 15 años, según el banco MUFG.
Kavcioglu había criticado anteriormente las subidas de tipos de Agbal hasta el 19% y dijo que los tipos altos causan inflación, una opinión poco ortodoxa que comparte Erdogan. Desde que asumió el cargo, ha cambiado de opinión y ha dicho que la política restrictiva es necesaria por ahora, dada la alta inflación.
En el primer vistazo de cómo la caída de la lira levantó la inflación, los precios al consumidor subieron más de lo esperado en marzo hasta su máximo desde mediados de 2019, mientras que los precios al productor se dispararon más allá del 31%.
(Información de Ali Kucukgocmen; edición de Jonathan Spicer, Larry King; traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk)