Bruselas, 26 ene (.).- La Confederación Europea de Sindicatos (CES) instó este jueves a la Comisión Europea a incluir estándares sociales en su anunciado plan de subsidios verdes a empresas y, en concreto, le pidió igualar algunos condicionantes laborales que, según dicen, ya contempla la ley similar de Estados Unidos (EE.UU.).
Los dirigentes sindicales animaron a la Comisión a "inspirarse" en el plan de subsidios verdes estadounidenses, y a combinar las subvenciones para que las empresas hagan la transición hacia una industria verde, con medidas que incentiven el aumento de los salarios y la mejora de las condiciones laborales.
Los dirigentes sindicales trasladaron esta petición al Ejecutivo comunitario durante una reunión que mantuvieron este jueves con el vicepresidente de la Comisión y responsable de Comercio, Vladis Dombrovskis, según informó la CES.
En concreto, piden a Bruselas que supedite las ayudas a las empresas que se comprometan a respetar los convenios laborales, evitar despidos, crear empleos para aprendices, fomentar la reconversión laboral de los trabajadores y suspender el pago de dividendos a accionistas mientras reciban financiación pública.
En este sentido, la secretaria general de la CES, Esther Lynch, denunció en un comunicado que la Comisión se haya "apresurado a anunciar que la Unión Europea igualará a EE.UU. con exenciones fiscales de fácil acceso para las empresas" pero, en cambio, haya "guardado silencio cuando se trata de las ambiciosas medidas sociales" que, en su opinión, prevé la Casa Blanca.
Según los sindicatos, el plan estadounidense de subsidios verdes, fijado por la Ley de Reducción de la Inflación, incluye bonificaciones fiscales para las compañías que contraten empleados aprendices y prevé impuestos a las empresas que recompren acciones corporativas, para animarlas a invertir en otros campos.
A juicio de la CES, la Comisión debe incluir medidas similares en su plan, incluido en la Ley de Industria Neta Cero, anunciada la semana pasada en el Foro Económico de Davos por la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, con el objetivo de evitar el traslado de empresas a países como Estados Unidos o China, que cuentan con mayores subsidios y energías baratas.
Los sindicatos europeos piden a Bruselas garantías de que los recursos públicos que se van a dar al sector privado bajo este plan para competir contra los subsidios de otros países se usan "para elevar los estándares sociales al mismo tiempo que se apoya a la industria europea y se reducen las emisiones de carbono".