Por Jonathan Spicer
ESTAMBUL, 22 mar (Reuters) - Turquía podría desempolvar una serie de estrategias para proteger su lira después de que el presidente Tayyip Erdogan haya sustituido inesperadamente al gobernador del banco central, entre las que se incluyen los límites sobre los swaps de divisas, intervenciones de bancos estatales e incluso los controles de capital.
La brusca decisión de Erdogan al despedir a Naci Agbal y sustituirlo por Sahap Kavcioglu, que como el presidente se opone a los altos tipos de interés, hizo que la lira cayera hasta un 15%, acercándose a un mínimo histórico en las primeras operaciones del lunes.
Aunque el ministro de Finanzas, Lutfi Elvan, afirmó que Turquía se ceñiría a las reglas del libre mercado y a la libre flotación de la moneda, los analistas señalaron que el gobierno probablemente retomaría un método menos ortodoxo utilizado antes de que Agbal subiera los tipos para proteger la lira y las cada vez más escasas reservas de divisas.
Muchos recordaron las costosas intervenciones en el mercado que se produjeron bajo el mandato del ex ministro de Finanzas Berat Albayrak, yerno de Erdogan, que dimitió al día siguiente del nombramiento de Agbal en noviembre.
Los bancos estatales han vendido unos 130.000 millones de dólares para estabilizar la lira en los últimos dos años, con el apoyo de los swaps del banco central. Como resultado, las divisas del banco central se redujeron en tres cuartas partes el año pasado, hasta apenas 11.000 millones de dólares.
Si las reservas de divisas no pueden cubrirse y la lira sigue cayendo porque los inversores anticipan un recorte de los tipos de interés, se vislumbra una crisis de la balanza de pagos, lo que deja pocas opciones apetecibles.
Los déficits por cuenta corriente y las constantes fugas de fondos extranjeros han marcado durante años a la economía turca, que depende en gran medida de las importaciones, aunque las subidas de tipos introducidas por Agbal han revertido el flujo de salida durante unos meses.
Este mes, las obligaciones de pago de la deuda externa de Turquía ascienden a casi 8.000 millones de dólares y en junio serán un poco más elevadas, según datos del banco central.
Goldman Sachs (NYSE:GS) dijo que podría resultar necesario un "ajuste rápido" de la cuenta corriente, ya que los mercados podrían mostrarse cada vez menos propensos a financiar los déficits. El banco prevé que las intervenciones monetarias se reanuden a medida que aumente la presión sobre la lira.
Sin embargo, Citigroup (NYSE:C), otro banco de Wall Street, dijo que el riesgo de impago de la deuda convencerá probablemente a las autoridades turcas para que eviten medidas poco ortodoxas que podrían desanimar aún más a los inversores.
Phoenix Kalen, analista de Societe Generale (PA:SOGN), dijo: "Anticipamos una vuelta al régimen moderado de control de capital que prevaleció durante el mandato de Berat Albayrak, mientras los dirigentes monetarios tratan de estabilizar los tipos y los mercados de divisas".
LÍMITES A LOS SWAPS, CONTROLES DE CAPITAL
Si el tipo de interés oficial del banco central se reduce rápidamente desde el 19% actual, como predicen algunos inversores, los reguladores podrían volver a endurecer los límites impuestos a los swaps de divisas de los bancos, con el fin de frenar las salidas y aumentar el coste de las posiciones cortas en la lira.
El organismo de control bancario amplió el límite al 10% de las reservas en septiembre, tras haberlo reducido al 1% en abril.
Una minoría de analistas, entre ellos los de SEB (PA:SEBF), afirma que Turquía acabaría viéndose obligada a adoptar controles de capital, entre los que se incluirían nuevos impuestos sobre las ganancias en divisas y límites sobre la compra local de divisas.
Nurettin Canikli, vicepresidente del AK, el partido gobernante de Erdogan, dijo el lunes que los controles de capital son una "línea roja" que no debía cruzarse.
Las inversiones de los turcos en moneda extranjera alcanzaron un récord de 236.000 millones de dólares en enero, lo que refleja la preocupación por una inflación cercana al 16% -frente al objetivo del banco central del 5%- y la desconfianza en la lira, que ha perdido la mitad de su valor en menos de tres años.
"Los ahorradores del país han vuelto a tener razón", dijo Kerim Rota, miembro fundador y jefe de política económica del opositor Partido del Futuro de Turquía, que se lanzó en 2019.
"Creemos que el nuevo gobernador del banco central volverá al conjunto de medidas aplicadas por Albayrak antes de noviembre de 2020", dijo, y añadió que Turquía había llegado a un "punto frágil y poco fiable a los ojos del capital extranjero".
(Información de Jonathan Spicer; editado por Kevin Liffey; traducido por Flora Gómez en la redacción de Gdansk)