Investing.com - China ha asegurado que usará “medidas cuantitativas y cualitativas” para responder a las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a importaciones chinas por valor de hasta 250.000 millones de dólares.
El gigante asiático solo importa bienes y servicios de Estados Unidos por 190.000 millones de dólares, por lo que Pekín no podrá establecer una medida recíproca.
Pero tiene otras formas de luchar.
De momento, es difícil evaluar qué pueden implicar las contramedidas, según los analistas, pero podrían incluir restricciones sobre visados estadounidenses o sobre las inversiones en China.
Las compañías estadounidenses que operan en el país asiático pueden llevarse la peor parte de cualquier medida de represalia, como investigaciones regulatorias ‘ad hoc’ por parte de las autoridades chinas.
En los últimos meses, las importaciones chinas de alimentos, automóviles y comida para mascotas de Estados Unidos sufrieron largos retrasos en las aduanas debido a inspecciones más estrictas.
También existe la posibilidad de debilitar el yuan para compensar algunos aranceles.
Pekín también podría hacer que sus contramedidas fueran permanentes en lugar de temporales, y si la situación se deteriora, firmas estadounidenses podrían quedar excluidas de los mercados financieros chinos.
El ministerio de Asuntos Exteriores de China ha dicho que el país no quiere una guerra comercial, pero que no tiene miedo de entrar en una.