Tokio, 8 mar (.).- El Banco de Japón inició hoy su reunión mensual sobre política monetaria, en la que tiene previsto mantener su ambiciosa batería de medidas de flexibilización destinada a alcanzar una inflación del 2 por ciento.
La junta de nueve miembros de política monetaria del banco central nipón analizará la evolución de los precios hacia dicho objetivo, que continúa lejos del alcance de la tercera economía mundial, pese a que atraviesa su período de expansión continuada más largo en casi tres décadas.
El índice de precios de consumo (IPC) se situó en enero en el 0,9 por ciento, lejos de la meta del 2 por ciento que la entidad quiere lograr hacia 2019, por lo que el banco central nipón se resiste a modificar su rumbo como sí han hecho otras entidades como el Banco Central Europeo (BCE) o la Reserva Federal estadounidense (Fed).
El BoJ puso en marcha en 2013 un agresivo programa de flexibilización monetaria para lograr la citada meta inflacionista, aunque la caída de los precios del crudo y la ralentización global han obligado a la entidad a retrasar su plazo de consecución y a activar otras medidas adicionales.
Entre estas se cuentan una tasa negativa del -0,1 por ciento para los depósitos de los bancos y un control de la curva de rendimientos para mantener en torno al 0 por ciento los tipos a largo plazo.
La reunión de dos días del BoJ será la última a la que asista el gobernador de la entidad, Haruhiko Kuroda, durante su mandato actual, aunque se espera que su reelección al frente del banco central nipón sea refrendada a mediados de mes por el Parlamento nipón.
Durante una intervención ante la Cámara Baja parlamentaria la semana pasada, Kuroda señaló que la entidad se planteará la continuidad de sus medidas de estímulo en 2019, cuando tiene previsto alcanzar su objetivo inflacionario.