BARCELONA (Reuters) - Miles de personas salieron el martes a las calles en Cataluña como parte de unos "paros cívicos" convocados en protesta contra la actuación policial durante la celebración del referéndum de independencia el domingo, en una jornada en la que hubo cortes en carreteras y transportes.
Los paros fueron convocados por la Mesa por la Democracia, de la que forman parte sindicatos como CCOO y UGT, la patronal de pequeñas empresas PIMEC y entidades independentistas como la ANC y Òmnium Cultural.
Los cortes de carreteras afectaron a la actividad industrial. El fabricante de automóviles SEAT dijo que una de sus plantas de Martorell tuvo que parar desde el mediodía por la falta de suministro de piezas.
Los paros se habían organizado en paralelo a una huelga general convocada también para el martes por el sindicato CGT con apoyo del partido de izquierdas CUP, que respalda la ruta independentista del gobierno catalán.
El metro de Barcelona, que por la mañana operaba con pocos retrasos, dijo en su sitio web que habría un servicio mínimo del 25 por ciento entre las 1700 y las 2000 horas, añadiendo que el servicio no está garantizado en otras franjas.
Desde la autoridad portuaria de la región confirmaron que los estibadores se habían sumado a los paros en todos los puertos catalanes.
Mientras tanto, varias carreteras principales y secundarias sufrían cortes en algunos de sus tramos. El operador de autopistas Abertis (MC:ABE) dijo que desde las 9 a.m. las autovías principales AP-7 y AP-2 estaban cortadas en seis puntos.
Los servicios sanitarios públicos, operados por el gobierno regional, dijeron que alrededor de un 75 por ciento de sus profesionales había secundado el paro, mientras que las universidades suspendieron su actividad.
La consellera catalana de Trabajo dijo que la demanda eléctrica había bajado acercándose más a un día de fin de semana que un día de diario.
"Hay un seguimiento masivo por todo el territorio. Este paro general es un ejemplo de coordinación social del país con acuerdos entre empresarios y trabajadores", dijo Dolors Bassa en un comunicado publicado por el sitio web de la Generalitat.
En el tradicional mercado barcelonés de La Boquería, casi la totalidad de sus puestos estaban cerrados.
"Hoy es una jornada de protesta democrática, cívica y digna. No se dejen llevar por las provocaciones. El mundo lo ha visto: somos gente pacífica", dijo el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
La intervención policial del domingo para frustrar la consulta soberanista dejó cientos de heridos en Cataluña -según los servicios de salud de la región-, mientras el presidente catalán abría la puerta a una declaración unilateral de independencia pese a la falta de garantías del referéndum, que había sido suspendido por la justicia.
En Barcelona, cientos de personas se concentraban ante la sede del Partido Popular gritando consignas como "Fuera fascistas de Barcelona", para después dirigirse hacia la Vía Laietana.
Los manifestantes marchaban en la capital catalana con banderas independentistas catalanas y pancartas ante una comisaría de la Policía Nacional.
Juan José Gómez, un funcionario del Ayuntamiento de 54 años que votó sí en el referéndum, dijo que no estaba de acuerdo con los métodos empleados por la policía.
"Es cuestión de respeto. Los métodos que usan no son adecuados". "En Cataluña no odiamos España, odiamos una España rancia, que proviene del franquismo y con estructura muy antigua, y eso es lo que no queremos", añadió.
En la localidad barcelonesa de Pineda del Mar, alrededor de 200 personas se congregaron a las puertas de un hotel en protesta por la presencia policial.
La Fiscalía de Barcelona anunció la apertura de diligencias de investigación sobre expulsiones de agentes en las localidades de Callella y Pineda de Mar, y dijo que los hechos podrían ser constitutivos de delitos de amenazas y coacciones.