Por William Schomberg y Elizabeth Piper
LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, se enfrenta el martes a la perspectiva de una derrota en la histórica votación del Parlamento sobre su acuerdo del Brexit, lo que dejaría al país en un limbo respecto a su mayor cambio político y económico en décadas.
A escasos dos meses y medio de que Reino Unido salga de la UE, la previsible derrota de May deja abierto un abanico de resultados posibles, desde resucitar su plan hasta abandonar la UE sin acuerdo, e incluso pasando por la celebración de otro referéndum que podría paralizar el Brexit.
Las esperanzas de May de salvar su impopular plan dependerán de la magnitud de su derrota. Una derrota por un estrecho margen le permitiría volverlo a intentar, pero una oposición a su plan de 100 votos o más, probablemente se vería como un fracaso.
Mientras la mayor crisis política británica en al menos medio siglo alcanza un punto crítico, un portavoz de May dijo que ella respondería rápidamente al resultado de la votación.
May dijo que no se habló de retrasar el Brexit más allá de la actual fecha límite del 29 de marzo durante una reunión con su gabinete el martes.
May dice que aceptar su acuerdo es la única manera de que la cámara pueda cumplir con su promesa de llevar a cabo el resultado del referéndum de 2016 a favor de abandonar la UE, y que no hacerlo sería "catastrófico" para la democracia. Sus ministros insistieron en ese mensaje durante la mañana.
"El pueblo británico ha depositado una responsabilidad sobre nosotros", dijo el ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, a la radio BBC. "¿Vamos a estar a la altura de esa responsabilidad y votar a favor de dejar la UE o vamos a decepcionarlos y dañar nuestra democracia no votando por dejar la UE?", dijo.
NO RENDIRSE
Muchos diputados que apoyan el Brexit dentro del Partido Conservador de May rechazan el acuerdo, particularmente el requerimiento de un mecanismo de seguridad que mantiene a Irlanda del Norte alineado con las normas de la UE para evitar la vuelta a una frontera con Irlanda, que es miembro de la UE.
Dominic Raab, que dimitió como ministro del Brexit de May en noviembre como protesta a su plan, afirmó que era hora de prepararse para un Brexit sin acuerdo, algo que temen muchos empresarios, puesto que supondría un caos para sus compañías.
"Es hora de que, a través de esta votación, dejemos claro no solo que los términos actuales son inaceptables, sino también que no nos rendimos", dijo a BBC radio.
"Saldremos el 29 de marzo", dijo.
Los inversores ven ahora menos posibilidades de que no haya un acuerdo para el Brexit, dadas las preocupaciones de los diputados por las consecuencias que tendría. La libra alcanzó un máximo de dos meses frente al dólar el lunes y se mantenía el martes cerca de ese nivel.
El ministro de Exteriores alemán dijo que la UE podría mantener nuevas negociaciones con Reino Unido tras una derrota parlamentaria del plan de May acordado con otros líderes del bloque en noviembre, pero descartó cambios significativos al acuerdo.
CRISIS
May ha rechazado ceder terreno sobre su acuerdo pese a las críticas desde todas las direcciones. El acuerdo, que prevé unos estrechos lazos económicos con la UE, ha unido en su contra tanto a diputados proeuropeos, que lo ven como el peor de todos los resultados, y los partidarios del Brexit que creen que el acuerdo hará de Reino Unido un país vasallo.
May y los líderes de la UE intercambiaron el lunes garantías sobre el acuerdo de salida, pero había pocos indicios de un cambio de opinión entre los diputados rebeldes.
La UE dijo a May que seguía comprometida a buscar maneras de evitar la activación del mecanismo de seguridad irlandés, aunque eso no calmó al Partido Democrático Unionista de Irlanda del Norte, que apoya al gobierno en minoría de May y dijo que sigue rechazando el acuerdo.
May ha advertido a los diputados a favor del Brexit de que si su plan es rechazado lo más probable será un Brexit sin acuerdo. También ha advertido a su propio partido de que el opositor Partido Laborista no lleve la iniciativa.
Los laboristas se han comprometido formalmente al Brexit, pero se oponen al acuerdo de May. Las encuestas muestran que muchos militantes quieren un nuevo referéndum. Aunque el partido no lo ha dicho, tampoco lo ha descartado si el acuerdo de May fracasa y se niega a dimitir.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, que busca forzar las elecciones, previsiblemente pedirá una moción de censura contra May si pierde la votación del martes.
(Información de James Davey y Elisabeth O'Leary; editado por Catherine Evans y Peter Graff. Traducido por Rodrigo de Miguel en la Redacción de Madrid)