Madrid, 1 oct (.).- La directora del grupo Accor (EPA:ACCP) en Europa y norte de África para ESG (medioambiente, sociedad y gobernanza, en inglés), Cristina Ramos, cree que el sector hotelero "ha llegado -a estas políticas- más tarde que las empresas de producción", si bien, como primer grupo hotelero internacional en Europa, cree que la estricta legislación de la UE se convierte en "una ventaja competitiva" frente a cadenas de otras regiones.
Ramos, en una entrevista con EFE, analiza el modo en el que el quinto grupo hotelero mundial -que explota marcas como Ibis, Novotel, Mercure o Sofitel- impulsa la ESG, además de estar convencida de que el hecho de que las compañías del Viejo Continente tengan que cumplir con "una reglamentación mucho más estricta que en otras regiones del mundo empieza a ser una ventaja competitiva", algo "que tenemos que aprovechar".
De hecho, el 75 % de los clientes corporativos de esta empresa, que cotiza en la Bolsa de París, "piden que se justifiquen y se acrediten las acciones en ESG de un hotel para contratarlo", ya que "ellos también exigen a sus proveedores que cumplan unos requisitos dentro de sus políticas".
Además, al analizar las búsquedas de alojamientos por internet, el grupo ha detectado que "el 70 % de los clientes particulares buscan hoteles con alguna noción de sostenibilidad", mientras que el 80 % de las personas de "las nuevas generaciones" que son entrevistadas por Accor a nivel global (en 2022 contrató a 150.000 trabajadores) "sólo quieren entrar en una empresa si tienen un plan definido y unos compromisos fuertes, creíbles, medibles y definidos en ESG".
Los compromisos sociales, medioambientales y de gobernanza son "cada vez más tangibles" y no sólo la sociedad en general les da cada vez más protagonismo, ya que los fondos de inversión, los accionistas y los clientes operan atendiendo a su apuesta por ellos.
"En Accor la sostenibilidad no es un tema de convicción y dentro de los diferentes métodos hemos decidido ir por la vía científica, y por eso somos el gran grupo hotelero pionero en fijar sus objetivos de descarbonización con el método SBTI (Science Based Target (NYSE:TGT) Iniciative)" y, además, "se ha creado una plataforma interna con todos los indicadores en sostenibilidad para controlar las emisiones", subraya Ramos.
Este "cuadro de control" consta de diferentes módulos: el de consumo energético, el de impacto en CO2 de las compras del hotel, el volumen de desperdicio alimentario, el de seguimiento de consumos de agua, la gestión de los deshechos y la biomasa o el control sobre el plástico de un solo uso.
Además, este grupo francés con más de 40 marcas hoteleras "es consciente" de que la legislación europea en estos asuntos "viene empujando fuerte y no existe alternativa", por lo que, para ser más competitivos y sostenibles, "no debemos ceñirnos a la reglamentación, y sí ir más allá", agrega.
Comprometido a alcanzar un impacto cero en la huella de carbono para 2050 -con un plan científico que contempla al menos una reducción del 46 % en 2030- dentro del objetivo internacional de limitar el calentamiento del planeta a 1,5 grados desde la era preindustrial, el grupo se encuentra en pleno proceso de certificación ecológica de su gestión hotelera para que, en tres años, los casi 5.500 establecimientos de Accor estén certificados.
En cuanto a las próximas aperturas (en España hay 12 previstas), "los proyectos de desarrollo se miran a nivel global con mucha más lupa" atendiendo a los criterios ESG, por lo que se tiene en cuenta que la rehabilitación (de un inmueble para un nuevo hotel del grupo) "hace menos daño", circunstancia que "no quiere decir que no construyamos nuevos, pero en la medida de lo posible se valora la rehabilitación de hoteles existentes".
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