Túnez, 20 feb (.).- El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) ha inyectado unos 2.100 millones de euros en Túnez desde el inicio de la transición democrática y continuará su apoyo para reactivar su actividad económica y estimular su crecimiento, señaló la presidenta del organismo, Odile Renaud-Basso, durante su primera visita oficial al país.
Esta financiación ha permitido apoyar a 1.200 pequeñas y medianas empresas (pymes) a través de un programa de asistencia técnica y respaldar más de medio centenar de proyectos.
"Aplaudo la ambición del país de centrarse en la energía verde y las energías renovables. Estamos comprometidos a ayudar al país a hacer crecer su sector privado y hemos ampliado significativamente nuestro apoyo a las PYMES", señaló la responsable tras su encuentro con el primer ministro, Ahmed Hachani, para identificar las principales prioridades económicas.
Un día antes, Renaud-Basso se reunió con el presidente Kais Said, que defendió el compromiso del Estado de proporcionar garantías jurídicas y legislativas necesarias con el fin de ofrecer un clima favorable para atraer inversiones privadas y animar a los socios a financiar proyectos diversificados capaces de impulsar el crecimiento y promover el desarrollo.
Asimismo se entrevistó con el nuevo gobernador del Banco Central de Túnez (BCT), Feryel Ouerghi, nombrado el pasado jueves por el mandatario en sustitución de Marouan Abassi tras un mandato de seis años.
El Parlamento aprobó a principios de febrero una ley que autoriza al BCT a adquirir "excepcionalmente" bonos del Estado por valor de 7.000 millones de dinares (2.000 millones de euros) sin intereses, con la posibilidad de reembolsar en diez años y un periodo de gracia de tres años. El objetivo, justificó el Gobierno, el reembolso de sus deudas externas, que este mes alcanzó la fecha límite para devolver 850 millones de euros.
En octubre pasado, Said- que se arrogó plenos poderes en julio de 2021 para "preservar la paz social"- cesó al ministro de Economía, Samir (CSE:SAM) Saïed, después de que defendiera un préstamo de 1.796 millones de euros con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por temor a protestas sociales e insistió en que el país cuenta con sus propios recursos, por lo que lanzó una campaña fiscal para recuperar el dinero evadido durante las últimas décadas.
En declaraciones al canal saudí Al Arabiya, la directora del FMI, Kristalina Georgieva, afirmó que el país se enfrenta a "graves" dificultades como la inflación, que podría superar el 9 %, y aseguró que se mantienen las negociaciones abiertas "si Túnez decide beneficiarse de nuestro apoyo".