PEKÍN, 30 nov (Reuters) - Algunas ciudades fronterizas chinas están deteniendo importaciones de productos básicos por ferrocarril que no vengan en contenedores para reducir el riesgo de brotes de COVID-19 causados por el virus traído de otros países, en medio de un resurgimiento de infecciones en las áreas del norte de China.
Mi Feng, portavoz de la Comisión Nacional de Salud, dijo el martes que los esfuerzos de China para mantener alejado al virus enfrentan una presión cada vez mayor a medida que las infecciones crecen a nivel mundial con la nueva amenaza de la variante ómicron.
Manzhouli, una pequeña ciudad fronteriza en la región norteña de Mongolia Interior, cerca de Rusia, dijo que suspenderá a partir del miércoles el transporte de carga ferroviaria procedente del extranjero que no vaya en contenedores y requiera carga y descarga manual, incluido el carbón y los fertilizantes.
La medida se conoce en un momento en que Mongolia Interior informó un total de 41 casos de transmisión nacional con síntomas confirmados el domingo y el lunes. Más de la mitad de los casos fueron detectados en Manzhouli.
El brote es mucho más pequeño que muchos fuera de China, pero Pekín ha adoptado un enfoque de tolerancia cero y las ciudades imponen rápidamente restricciones de viaje y cierran lugares públicos.
Los resultados de la secuenciación de genes en muestras de algunas infecciones de Manzhouli indicaron que el último brote fue causado por una fuente de virus del extranjero no relacionada con brotes anteriores en otras partes de China, dijo un funcionario el martes.
Erenhot, un centro de tránsito clave en Mongolia Interior, junto a la propia Mongolia, detuvo algunas importaciones por tren que no vayan en contenedores y deban ser gestionadas de forma manual, según un comunicado del gobierno local.
Suifenhe, en la provincia nororiental de Heilongjiang, en la frontera con Rusia, detuvo el martes algunas importaciones no envasadas en contenedores, como carbón y fertilizantes.
(Reporte de Roxanne Liu y Gabriel Crossley; reporte adicional de Redacción en Pekín; editado en español por Carlos Serrano)