Madrid, 7 feb (.).- El consumo de combustibles de automoción retrocedió un 1,1 % en 2023 respecto al ejercicio anterior, pese al repunte de las gasolinas, que subieron un 5,4 % en un contexto de estabilización de precios, según los datos publicados este miércoles por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
De acuerdo con su último avance provisional, también continúa a la baja el consumo de gas natural, que descendió un 11 % frente a 2022, hasta los 323.753 gigavatios hora (GWh), como consecuencia del desplome registrado por el uso de esta materia prima para generar electricidad.
En el acumulado del año, el consumo de combustibles de automoción bajó un 1,1 %, aún teniendo en cuenta la evolución de las gasolinas, que subieron un 5,4 % y compensaron la caída del 2,8 % de los gasóleos.
Por grupo de productos, además de las gasolinas también despuntaron al alza el consumo de querosenos -utilizados en la aviación-, que aumentó un 13,1 %, y el de gases licuados del petróleo o GLP, que lo hizo un 5,1 %.
Por el contrario, disminuyeron tanto el de gasóleos -un 4,2 % menos- como el de fuelóleos.
Si sólo se atiende a las cifras del pasado diciembre, el consumo de combustibles de automoción cayó un 12,3 % en términos interanuales, y un 6,5 % respecto a noviembre de 2023.
En este caso, descendieron tanto las gasolinas -un 4,7 % frente a diciembre de 2022- como los gasóleos de automoción -un 14,4 %- en un mes particularmente activo para la movilidad con motivo del puente de la Constitución y la Inmaculada y las fiestas navideñas.
Cae el consumo de gas natural
En 2023 disminuyó asimismo el consumo de gas natural, un 11 % frente al ejercicio anterior, arrastrado por el menor consumo convencional -un 0,8 % menos- y, sobre todo, por la reducción del destinado a generación eléctrica -un 28,5 % menos-.
Mientras que el gas natural licuado o GNL de consumo directo subió un 5,5 %.
En el mes, el consumo de gas natural aumentó un 9,5 % frente a diciembre de 2022, un año marcado por los estragos de la crisis energética en las facturas de los consumidores, impulsado por el uso convencional -un 24,6 % más- y el GNL -un 29,9 % más-.
Eso sí, el destinado a la producción eléctrica a través de los ciclos combinados se mantuvo a la baja al retroceder un 22,9 % en un escenario de histórica aportación de las energías renovables.