Investing.com - Gilles Moëc, economista jefe en AXA (EPA:AXAF) Investment Managers, expone sus previsiones con respecto a la reunión del BCE el próximo jueves, donde avanza: “El BCE no lo va a tener fácil. Si bien la decisión sobre los tipos de interés -una subida de 25 puntos básicos- se anunció previamente en junio, se espera que el organismo desvele los detalles de su instrumento antifragmentación justo en el momento en que la inestabilidad política en Roma está provocando un aumento del diferencial italiano”. Así pues, “el nuevo marco podría ponerse a prueba mucho antes de lo previsto”.
Tal y como destaca Moëc, "el BCE siempre ha presentado su herramienta antifragmentación como una forma de hacer frente a las ampliaciones 'injustificadas' de los diferenciales. No está claro cómo se aplicaría esta noción en las circunstancias actuales”. No obstante, según explica: “más allá de los giros a corto plazo en los diferenciales, es necesario conectar las dos “corrientes”, el riesgo de recesión y la fragmentación. Si Rusia cierra el grifo, Italia se verá más afectada que muchos otros países europeos dada su falta de energía nuclear y su alta dependencia del gas ruso". Y añade: Esto añade otra capa de complejidad para el BCE”.
Así, según este experto, “más allá del efecto mecánico de una moneda más débil sobre la inflación importada, 'romper la paridad' puede ser un momento psicológico importante para que el BCE le haga el juego a los halcones, ya que la debilidad del euro se ve como el precio que paga Europa por no modificar su política monetaria tan rápidamente como en Estados Unidos. Sin embargo, observamos que no ha habido demasiado clamor público por una subida de más de 25 puntos básicos el 21 de julio en el reciente discurso del BCE”.
La intención probablemente “fue demasiado explícita en la guía de junio para que un debate realmente se disparara. Sin embargo, bien puede ser que Christine Lagarde deba estar abierta a un movimiento de más de 50 puntos básicos en septiembre, dependiendo de la dinámica de la inflación hasta entonces, para calmar las preocupaciones de los halcones”, concluye Moëc.