ESTOCOLMO - Suecia se prepara para una mejora económica en el segundo semestre del año, ya que el país prevé una relajación de la inflación y aumentos de los salarios reales. Handelsbanken, uno de los principales bancos suecos, prevé una aceleración del crecimiento del PIB nacional, con un aumento del 2,4% en 2025. Estas perspectivas optimistas se ven respaldadas por el plan del Riksbank, el banco central sueco, de bajar los tipos de interés, y es posible que el primer recorte de tipos se produzca ya en junio.
El gobierno sueco está preparando medidas fiscales expansivas para reforzar la economía. Estas medidas incluyen reformas considerables destinadas a apoyar a los municipios, los hogares y las inversiones públicas. Una parte importante de estas reformas se centrará en las iniciativas climáticas y el desarrollo de infraestructuras, lo que refleja el compromiso de Suecia con la sostenibilidad medioambiental y el crecimiento económico a largo plazo.
A pesar del impacto del alto coste de la vida en el mercado inmobiliario, se espera que los ajustes de tipos previstos por el Riksbank alivien la tensión financiera de los hogares. Se trata de una evolución positiva para los suecos, que se han enfrentado a presiones económicas.
La fortaleza fiscal de Suecia, caracterizada por una baja deuda nacional, proporciona al Gobierno la flexibilidad necesaria para aplicar estas políticas fiscales expansivas. Esta fuerte posición fiscal es un factor clave que permite al país navegar a través de los desafíos económicos con un enfoque proactivo.
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