Bruselas, 26 sep (.).- El nuevo mecanismo antifragmentación diseñado por el Banco Central Europeo (BCE) no está pensado para "un país concreto", sino para asegurar una transmisión correcta de la política monetaria en todo el conjunto de la eurozona, según afirmó este lunes la presidenta de la institución, Christine Lagarde.
"El TPI (el Instrumento para la Protección de la Transmisión) no está pensado para ningún país concreto que cualquiera de nosotros podamos tener en mente", ha dicho la francesa ante la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo.
"Está pensado para todos los países, porque su objetivo es (asegurar una) transmisión adecuada de la política monetaria en todos los países que sean miembros de la eurozona. Eso va desde los países bálticos hacia el sur, hasta Malta, incluyendo Croacia y todo los que estén en medio. Bueno, Croacia desde el 1 de enero", explicó la presidenta del BCE.
Lagarde ha insistido en que no tiene solo "un país específico en mente" con el que se pueda aplicar el mecanismo, pensado para combatir subidas de las primas de riesgo como consecuencia de las alzas de tipos de interés que el BCE ya ha comenzado y que seguirá decidiendo en los próximos meses.
Este lunes, los bonos soberanos de los países europeos continuaron con su senda alcista, tras conocerse los resultados de las elecciones generales en Italia.
En concreto, una hora antes de la comparecencia de Lagarde en la Eurocámara, el rendimiento del bono italiano a diez años avanzaba hasta el 4,5 %, frente al 4,1 % en el que cerró el pasado viernes.
De esta manera, la prima de riesgo de Italia (diferencia con el rendimiento del bono a diez años alemán, considerado el más seguro), se sitúa en los 239 puntos básicos, muy cerca de los 242 alcanzados en junio.
En cualquier caso, la presidenta del BCE ha destacado que una eventual aplicación del mecanismo antifragmentación requiere de un análisis en tres etapas y del cumplimiento de cuatro criterios por parte del país que se vaya a beneficiar.
Estos son el cumplimiento del marco fiscal europeo, la ausencia de desequilibrios macroeconómicos severos y la adopción de una política fiscal "sostenible" y de decisiones económicas "sólidas".
"Al contrario que otras herramientas, (el TPI) está diseñado para un tipo de situaciones en las que las cosas vayan en la dirección correcta", ha afirmado la presidenta del BCE.
En la misma línea, Lagarde ha precisado que el BCE siempre tendrá en cuenta la "situación macroeconómica" y el crecimiento de los precios para "diseñar adecuadamente" una eventual activación del mecanismo en términos tanto de volumen como de duración.
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