Por Laura Sánchez
Investing.com - La economía de Afganistán se encamina hacia el colapso sin una acción rápida de la comunidad internacional, según advierten los expertos y recoge NBC.
La repentina toma de control de los talibanes ha dejado las finanzas del país en el limbo, con activos congelados, bancos cerrados y una ayuda extranjera crucial estancada.
Hay poca fe en que los talibanes de línea dura puedan cambiar las cosas. La Asociación de Bancos de Afganistán anunció el lunes en Facebook (NASDAQ:FB) que los talibanes habían designado a Haji Mohammad Idris como gobernador interino del banco central.
Gul Maqsood Sabit, ex viceministro de Finanzas, nunca había oído hablar de Idris.
Ante esta situación, los expertos señalan que la economía del país podría sufrir incluso más de lo que ha sufrido en las últimas semanas.
Poco después de que el gobierno del presidente Ashraf Ghani cayera el 15 de agosto, el comercio del afghani, la moneda del país, se desplomó, cayendo casi un 8% frente al dólar estadounidense. Desde el 17 de agosto, la moneda local se ha mantenido relativamente estable, probablemente porque ha estado prácticamente congelada; ahora es casi imposible mover dinero dentro o fuera del país, publica NBC.
Tanto el Fondo Monetario internacional (FMI) como el banco Mundial (BM) han suspendido los fondos a Afganistán.
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La economía afgana se basa casi en su totalidad en efectivo: se cree que solo el 10% de las personas tiene cuentas bancarias.
Western Union (NYSE:WU) y MoneyGram también han suspendido las transacciones con Afganistán.
En términos más generales, los talibanes no han sido reconocidos como Gobierno legítimo de Afganistán, lo que significa que no pueden acceder a los miles de millones de dólares en fondos de reserva que se encuentran en su mayoría en EE.UU.
Recordamos que la mayor parte de los países aliados están dando este viernes por concluida su operación de ayuda en Afganistán para la salida de afganos del país. Anoche se produjo un doble atentado terrorista en Kabul y Estados Unidos alerta de posibles nuevos ataques. El 31 de agosto concluye el ultimátum de los talibanes a Occidente para abandonar el país.