Burgos, 27 mar (.).- La planta central del Grupo Nicolás Correa (MC:NEA) en Burgos, dedicada a la fabricación de máquina-herramienta, y dos de sus filiales en la ciudad cerrarán sus puertas desde el próximo lunes y hasta el 12 de abril gracias a una modificación del calendario laboral, pactada con los sindicatos, que evita la aplicación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE).
La medida ha sido comunicada ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y, según fuentes de la compañía, responde a la dificultad para continuar con su actividad normal y garantizar la seguridad de su plantilla formada por algo más de 200 trabajadores.
En los últimos dos meses, Nicolás Correa ha aplazado viajes y prohibido las visitas y la asistencia a eventos externos; las reuniones han pasado a realizarse de manera telemática; parte de la plantilla ha adoptado el teletrabajo y el resto se ha adaptado a un sistema de turnos para minimizar las posibilidades de contagio.
También se han extremado las medidas de limpieza y se ha implementado el uso de equipos de protección individual en las instalaciones de todos los centros de trabajo.
La decisión de parar la actividad en la empresa matriz, Nicolás Correa, S.A, y las filiales de menor tamaño GNC (NYSE:GNC) Hypatia y GNC Electrónica durante quince días hasta que finalice la actual declaración de alarma decidida por el Gobierno y refrendada por las Cortes, pretende garantizar que todos los trabajadores puedan pasar una cuarentena de manera global y conjunta, minimizando el riesgo de contagios y contribuyendo a la ralentización de la expansión del COVID-19.
La empresa ha adoptado la fórmula de modificación del calendario laboral porque su producción se ha mantenido al cien por cien las últimas semanas y confía en que se retome al mismo ritmo tras la parada acordada, lo que desaconsejaba la solicitud de un ERTE.
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