Madrid, 25 abr (.).- El consejero delegado de Repsol (BME:REP), Josu Jon Imaz, se ha referido este jueves al gravamen del 1,2 % sobre la actividad no regulada de las grandes energéticas en España, y ha asegurado que, incluso desde el punto de vista legal, "no hay lugar" para que en 2025 tengan que hacer frente a una prestación temporal.
En la conferencia con motivo de la presentación de los resultados del primer trimestre, Imaz ha optado por ser prudente acerca de las intenciones del Gobierno de hacer permanente la tasa, si bien cree que, viendo intervenciones recientes, hay margen para establecer un marco en el que la inversión se priorice sobre el pago del impuesto.
Para Repsol, que ha ganado 969 millones de euros hasta marzo, un 13 % menos en comparativa interanual, el impacto del gravamen temporal y extraordinario sobre las ventas de 2023, pagadero este año, ascenderá a unos 335 millones.
La mitad, 168 millones de euros, ya ha sido abonada este febrero, mientras que el monto restante lo será el próximo septiembre. En 2023, el grupo pagó 443 millones en virtud de las operaciones realizadas en el ejercicio precedente.
Sin querer aventurarse con qué pasará en el futuro, Imaz ha hablado de "movimientos bastante significativos" que se están produciendo desde el ámbito político, y ha destacado el informe, de finales del año pasado, en el que la Comisión Europea cuestionaba el popularmente conocido como 'impuesto a las energéticas'.