El fabricante británico de motores aeronáuticos Rolls-Royce (LON:RR) suprimirá hasta 2.500 puestos de trabajo en todo el mundo para reducir costes.
La purga representa casi el 6% de su plantilla mundial, de unas 42.000 personas.
Los recortes de entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo constituyen la "siguiente fase de su transformación plurianual", informó Rolls-Royce en un comunicado publicado el martes.
"Estamos construyendo una Rolls-Royce preparada para el futuro", afirmó en el comunicado el consejero delegado, Tufan Erginbilgic, "lo que significa una organización más ágil y eficiente que ofrecerá resultados a nuestros clientes, socios y accionistas".
La reestructuración desvelada el martes supone reunir los departamentos de ingeniería, tecnología y seguridad de la empresa "en un solo equipo".
Rolls-Royce volvió a los beneficios en 2021, después de registrar enormes pérdidas el año anterior, cuando sufrió duramente la pandemia del COVID-19 y su colosal impacto en el sector de la aviación.
En 2022, el grupo volvió a entrar en números rojos.
En agosto de este año, el fabricante de motores publicó un beneficio neto (parte del grupo) de 1.200 millones de libras (1.380 millones de euros) en el primer semestre, frente a una pérdida de 1.600 millones en el mismo periodo del año anterior, que se debió en particular a una fuerte devaluación de los contratos de divisas por la subida del dólar.
Erginbilgic, que tomó las riendas de Rolls-Royce a principios de 2023, detalló a principios de año un ambicioso plan de transformación, que incluye una revisión estratégica para priorizar las inversiones "hacia las oportunidades más rentables".