José Miguel Blanco
Davos (Suiza), 17 ene (.).- Fue el quinto Foro de Davos al que asistió Pedro Sánchez, y el objetivo del presidente del Gobierno era exhibir la fortaleza de la economía española que cree que evidencian los datos para conseguir nuevas inversiones y consolidar la presencia de las multinacionales que ya operan en España.
Pero en la localidad suiza y tras protagonizar una cargada agenda de reuniones con consejeros delegados de multinacionales como Google (NASDAQ:GOOGL), Fujitsu (TYO:6702) o Cisco (NASDAQ:CSCO), dejó además un mensaje a las empresas españolas para que, lejos de incidir en las diferencias que pueden tener, sean responsables y colaboren con el Ejecutivo en las políticas que está impulsando.
Hay asuntos que han sembrado de dificultades la relación del Gobierno con algunas empresas, el último de ellos la subida del SMI un 5% sin el respaldo de la patronal.
De más atrás vienen otras decisiones que no han sentado bien en el ámbito empresarial como los impuestos extraordinarios a las eléctricas y a lo bancos.
También hubo un choque público del Gobierno con una empresa como Ferrovial (BME:FER) después de que el año pasado esta firma decidiera trasladar su sede de España a Países Bajos, y Sánchez llegó a acusar al presidente de la compañía, Rafael del Pino, de no estar comprometido con su país.
No habían tenido ningún cara a cara desde entonces, pero Davos ha permitido la primera foto de ambos aunque no a solas, sino junto al resto de empresarios del Ibex 35 presentes en la localidad suiza en el encuentro que han protagonizado con el presidente del Gobierno.
Abrazo no hubo, pero sí saludo cordial, como cordial fue el clima de toda esa reunión sin que en ella se abordaran los asuntos espinosos en la relación entre ambas partes y sí se hablara de cuestiones presentes en la edición de este año del Foro como la recualificación, la competitividad y la Inteligencia Artificial.
Distopía evitable
El encuentro se convocó para justo después de la intervención de Sánchez ante el plenario del foro en un auditorio lleno de empresarios de numerosos países y entre ellos también varios de los que poco más tarde se verían con él.
Y el jefe del Ejecutivo tuvo palabras dirigidas a unos y otros, algunas de carácter más general y otras que tenían más que ver con la política doméstica.
No faltaron las referencias a Ucrania y al conflicto entre Israel y Gaza, ante el que volvió a pedir el reconocimiento internacional del estado palestino para que conviva en paz con el israelí, ni tampoco las relativas a la Inteligencia Artificial.
Un asunto del que se sirvió para plantear una distopía consistente en un mundo en el que en 2030 esa Inteligencia Artificial no se ha gobernado adecuadamente y ha expulsado a millones de personas del mercado laboral, no se han logrado los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU ni las metas del Acuerdo de París sobre el clima, y las noticias falsas y la polarización han reducido el número de democracias.
Para evitar ese escenario hizo un llamamiento a la colaboración de todos y a lograr una gobernanza global de la digitalización, y entre los destinatarios de sus mensajes citó a los empresarios, que considera que tienen mucho que decir para garantizar la prosperidad de los ciudadanos.
Ellos cree que también son importantes para defender la democracia y luchar contra la ola reaccionaria que se intenta abrir camino en todo el mundo.
España, "un paraíso"
La vía para esa garantía de prosperidad cree que es la que está recorriendo su Gobierno con la puesta en marcha de políticas sociales y decisiones como la subida del salario mínimo de la que recela la patronal y que ha permitido una subida del 54% en los últimos años.
La petición de Sánchez es que los empresarios no se dejen llevar por quienes cree que intentan hacerles rivales, algunos medios de comunicación y partidos políticos radicales.
"No caigan en su trampa", les advirtió para garantizarles a renglón seguido que el Gobierno es aliado de los empresarios.
Por eso les reclamó que actúen con responsabilidad, piensen a largo plazo y se impliquen en mejorar la vida delos ciudadanos colaborando con las políticas sociales que impulsa el Ejecutivo de coalición y que cree demostrado que no son temerarias, sino beneficiosas para los españoles.
Si se comprometen, intentan prosperar mediante la innovación, el talento y la estabilidad institucional, y buscan enriquecerse generando valor y pagando los impuestos que les corresponden, les prometió lo que va a ser España para ellos: "un paraíso".
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