HANOI - Vietnam se dispone a lograr un crecimiento del 6% de su producto interior bruto (PIB) para el año 2024, un objetivo que se ajusta a las previsiones del HSBC y a las expectativas de la Asamblea Nacional. La nación del sudeste asiático está experimentando un repunte económico, impulsado por las sustanciales entradas de inversión extranjera directa (IED), que el año anterior registraron 36.600 millones de dólares y ejecutaron 23.200 millones.
El crecimiento económico del país se ve impulsado por un robusto sector de servicios y una sólida base manufacturera, especialmente en el segmento de la electrónica. Esto ha contribuido a consolidar el papel de Vietnam en la cadena mundial de suministro tecnológico.
China se ha convertido en el principal inversor en el sector tecnológico vietnamita, superando a líderes tradicionales como Japón y Corea del Sur. Este aumento de la inversión demuestra la creciente importancia de Vietnam como centro de fabricación de tecnología.
Además, se prevé que la adopción por Vietnam de un tipo impositivo mínimo global del 15% para las grandes empresas refuerce sus flujos de ingresos fiscales. Esta medida forma parte de un esfuerzo internacional más amplio para garantizar que las empresas multinacionales paguen una parte justa de impuestos.
Aunque las previsiones económicas son positivas, Vietnam sigue afrontando retos como la volatilidad del comercio y la inflación. Sin embargo, se espera que la inflación se mantenga en un nivel moderado, lo que puede ayudar a estabilizar la economía en medio de la incertidumbre mundial.
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