Bruselas, 7 feb (.).- La Comisión Europea asume como "inevitable" que la UE abandone el Tratado de la Carta de la Energía después de que países como España, Francia, Alemania y Países Bajos hayan anunciado su salida a título individual e impidan al bloque aprobar una versión modernizada del mismo, según consta en un documento al que ha tenido acceso EFE.
"Una salida de la UE y de Euroatom del Tratado de la Carta de la Energía parece inevitable", reconoce el Ejecutivo comunitario en un texto que ha compartido con los Estados miembros, a pesar de que la institución se ha pronunciado públicamente en contra de abandonar el pacto global.
Bruselas admite que "no parece factible en las circunstancias actuales" que el club comunitario pueda adoptar el tratado modernizado por la oposición de los países que han decidido salirse del mismo y tampoco ve margen para "renegociar el resultado del proceso de modernización".
"Al mismo tiempo, permanecer en una Carta de la Energía sin modernizar tampoco es una opción", explica la Comisión Europea, puesto que el tratado anterior "no está en línea con la política de la UE sobre protección de inversiones del Pacto Verde".
En este contexto, el Ejecutivo comunitario ve "inevitable" que la UE tenga que abandonar también este tratado internacional y expone que la opción "más adecuada" sería una salida "coordinada" de la UE, de Euroatom y de los Estados miembros de manera individual y "paralela".
No obstante, Bruselas deja la puerta abierta a otra opción que pasaría por que la UE salga de la Carta de la Energía pero se permita permanecer en el tratado actualizado a todos aquellos Estados miembros que quieran seguir ciñéndose a sus disposiciones.
Una tercera opción que manejan las autoridades comunitarias sería adoptar el texto revisado del Tratado y después acometer una salida "coordinada" de la UE y sus socios, puesto que el proceso de abandono "llevaría tiempo".
En cualquier caso, la Comisión advierte de que aquellos países que se salgan de la Carta de la Energía estarán sujetos a una cláusula de suspensión de 20 años, lo que significa que tendrá que seguir aplicando las provisiones del antiguo tratado a las nuevas inversiones hechas por inversores u otros firmantes de la Carta durante dos décadas.
Tras conocerse este documento interno, el Ministerio de Transición Ecológica celebró el "importante viraje" por parte de Bruselas hacia una posición que "viene reclamando España desde febrero de 2021", cuando "alertó" a la Comisión de la "escasa ambición de las negociaciones" para la revisión de la Carta.
El departamento dirigido por Teresa Ribera ve "comprensible" que el Ejecutivo comunitario haya cambiado su posición después de que España, Polonia, Francia, Alemania, Países Bajos, Eslovenia y Luxemburgo hayan abandonado el Tratado.
En esta línea, el Ministerio garantiza que España trabajará con la Comisión y el resto de socios del bloque para "alcanzar una salida coordinada de la UE, Euratom y los Estados miembros" de forma paralela al proceso doméstico para la formalizar la salida de España "a la mayor brevedad posible".
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