Londres, 21 oct (EFE).- Un destacado banquero de la City de
Londres defendió este jueves las elevadas primas que se pagan a los
banqueros en la catedral de San Pablo.
Brian Griffiths, vicepresidente del banco de inversiones Goldman
Sachs y ex asesor de la primera ministra conservadora Margaret
Thatcher, dijo que los bancos no deberían avergonzarse de premiar a
sus empleados, informa el vespertino "Evening Standard".
Lord Griffiths, que participó en un debate sobre regulación
financiera y moral, advirtió al Gobierno de Gordon Brown de que los
intentos de limitar las primas no harán sino originar un éxodo
bancario que perjudicará a la City y al conjunto de la economía
británica.
"Si anunciásemos que no va a haber grandes primas o que van a ser
las mismas que el año pasado, muchas firmas de la City podrían
trasladar sus operaciones a Suiza o al Extremo Oriente", pronosticó.
Su advertencia se produjo el mismo día en que un nuevo informe
predice el incremento para este año de las primas que se pagarán a
los banqueros de un 50 por ciento hasta 6.000 millones de libras
(6.600 millones de euros).
Lord Griffiths, presidente de la organización "Responsabilidad
Cristiana en los Asuntos Públicos", rechazó las críticas al gran
foso entre pobres y ricos en la sociedad.
"Tenemos que aceptar que la desigualdad es la forma de conseguir
mayores oportunidades y una mayor prosperidad para todos", afirmó.
"Deberíamos pensar en el bien común a medio plazo y no en el
inmediato y garantizar que al menos avanza un sector en Londres: el
financiero", agregó el banquero.
"No deberíamos estar avergonzados de ofrecer compensaciones en un
mercado internacionalmente competitivo para asegurar que los
negocios sigan aquí y den trabajo a británicos", dijo el banquero.
Agregó que es prácticamente imposible que los reguladores
distingan entre bancos que asumen riesgos excesivos y otros que se
limitan a responder a las condiciones del mercado.
Sus palabras están en directa contradicción con las del
gobernador del banco de Inglaterra, Mervyn King, que en un discurso
en Edimburgo abogó anoche por separar los negocios básicos de los
bancos de sus actividades más arriesgadas.
King hizo un llamamiento al Gobierno británico y a los de los
otros países del G20 para que reduzcan los riesgos bancarios
mediante una mayor regulación y obligándolos a tener mayores
reservas.
Los planes adoptados hasta ahora por el G20 en materia de
regulación financiera no son suficientes porque si los bancos saben
que van a rescatarlos en cuanto tengan dificultades, van a seguir
arriesgándose.
"Animar a los bancos a asumir riesgos que resultan en grandes
dividendos y remuneraciones cuando las cosas van bien y en pérdidas
para el contribuyente cuando se tuercen es algo que distorsiona la
asignación de recursos y la gestión de los riesgos", añadió.
El gobernador del Banco de Inglaterra dijo que no se comprendía
muy bien por qué el apoyo de los contribuyentes no se limitaba a la
banca minorista.
Según King, habría que obligar a los bancos a separar sus
actividades minoristas - la gestión de los ahorros y los préstamos a
familias y negocios-, que habría que seguir protegiendo, de las
prácticas especulativas y de alto riesgo, que no deberían gozar de
la protección del Gobierno. EFE