México, 11 oct (EFE).- El presidente de México, Felipe Calderón,
afirmó hoy que la disolución de la segunda compañía pública de
electricidad del país, Luz y Fuerza del Centro (LYFC), es parte de
su plan de "cambiar a fondo" el país, eliminando la corrupción y los
malos usos de las instituciones del Estado.
En un mensaje televisado a la nación, Calderón justificó la
medida adoptada en las primeras horas del domingo a través de un
decreto presidencial con el argumento de que el Gobierno "es el
primer obligado a hacer un uso más eficiente de los recursos de los
mexicanos y corregir las ineficiencias y los gastos excesivos".
"Eso es lo que estamos haciendo hoy en Luz y Fuerza del Centro",
dijo el mandatario, cuyo deseo es destinar esos recursos a combatir
la pobreza y la desnutrición, a cuidar la salud y la educación, a
construir más infraestructura y a mejorar la seguridad pública.
El gobernante mexicano aclaró también que la determinación es
parte de su plan de modificar en profundidad las estructuras del
país, anunciado el pasado 2 de septiembre, al presentar su tercer
informe de gobierno en el ecuador de su mandato de seis años
(2000-2006).
"Lo he dicho y lo reitero: hoy tenemos que cambiar lo que ya no
funciona en el país porque ya no quedan otras opciones, porque el
tiempo y los recursos se nos agotan", advirtió este domingo
Calderón, para quien ese objetivo es la única alternativa para
lograr un México "próspero justo y fuerte".
El jefe de Estado ahondó en los argumentos expuestos en el
decreto que disuelve LyFC, que abastece de electricidad a la capital
mexicana, a 82 municipios del vecino Estado de México, a 45 de
Hidalgo, dos de Morelos y tres de Puebla, con una población total de
25 millones de personas.
La firma, dijo, "enfrentaba una situación financiera
insostenible", con costos de operación casi del doble que sus
ingresos.
Recordó asimismo que a los 60.000 trabajadores que resultarán
despedidos se les pagará una indemnización de hasta 20.000 millones
de pesos (unos 1.538 millones de dólares). Aquellos que se acojan de
forma inmediata al plan de despido podrán gozar de 33 meses de
sueldo de promedio, añadió.
Además se les ofrecerá la posibilidad de ser recontratados por la
nueva administradora de la compañía, la Comisión Federal de
Electricidad (CFE), que es la primera empresa pública del sector.
Podrán recibir también formación por si desean montar una empresa y
un trato preferencial en los programas oficiales de empleo.
La sorpresiva disolución de LyFC, precedida por la toma policial
de sus instalaciones cerca de la medianoche del sábado, se dio en el
marco de un conflicto entre el Sindicato Mexicano de Electricistas
(SME) y el Ejecutivo, que no reconoce a su líder, Martín Esparza,
por supuestas anomalías en su elección.
El SME realizó este domingo una marcha en dirección al Ministerio
del Interior, resguardada por cientos de policías, una medida que
será secundada este lunes por otras organizaciones. EFE
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