Viena, 30 jul (EFE).- El Erste Bank, la segunda entidad
financiera de Austria, registró en el primer semestre del año un
beneficio neto de 492 millones de euros, el 22,7 por ciento menos
que en el mismo período del año anterior pero superior a lo que
habían esperado los analistas.
La bajada de las ganancias se debe principalmente al fuerte
aumento de los riesgos en los mercados de Europa de Este, informó
hoy en Viena el banco, en el que La Caixa española tiene una
participación del 5,1 por ciento.
Debido a la recesión en los países ex comunistas, la entidad
austríaca tuvo que aumentar sus reservas para casos de morosidad
hasta 892,1 millones de euros, una subida del 132,3 por ciento con
respecto al primer semestre de 2008.
El beneficio del negocio operativo, antes de impuestos y
amortizaciones, alcanzó en los primeros seis meses del año 1.776
millones de euros, un aumento del 19,1 por ciento con respecto al
mismo período del año 2008.
Con excepción de Ucrania, el Erste Bank registró beneficios en
todas sus filiales regionales.
Los activos de la entidad, que cuenta con unos 51.000 empleados
en ocho países, alcanzaron a final del segundo trimestre los 204.000
millones de euros, un 1,4 por ciento más que a finales de 2008.
"Incluso si los costos de riesgo aumentan debido al empeoramiento
de los parámetros económicos, estamos convencidos de que podemos
aplicar con éxito nuestro modelo de negocio", aseguró el director
general de Erste Bank, Andreas Treichl, acerca de las perspectivas
para el resto del año.
Ese optimismo, agregó el banquero austríaco, tiene sus raíces en
el enfoque regional de la entidad, presente en ocho países de Europa
del Este, entre ellos República Checa, Rumanía y Hungría.
Para mejorar su liquidez, el Erste Bank fue el año pasado la
primera entidad financiera del país alpino en aceptar ayudas del
Estado austríaco, concretamente unos 2.700 millones de euros. EFE