Buenos Aires, 22 jul (EFE).- La presidenta argentina, Cristina
Fernández, defendió hoy las medidas anunciadas para transparentar el
funcionamiento del polémico Instituto Nacional de Estadística y
Censos (Indec), las cuales fueron criticadas por la oposición.
"No soy presidenta de borrón y cuenta nueva. Por eso les digo que
es la mejor manera de que todos tengamos certeza de que las cosas se
hacen correctamente. Me siento presidenta de cuentas claras",
manifestó en un acto Fernández, al referirse a los cambios
anunciados en el Indec, cuestionado por la fiabilidad de sus datos.
La jefa de Estado sostuvo que sectores académicos evaluarán las
mediciones que realiza el organismo "para que no haya dudas" de su
fiabilidad, que está bajo sospecha desde hace más de dos años.
Sin embargo, el dirigente opositor Francisco de Narváez manifestó
hoy que el Gobierno "volvió a equivocarse" con estos anuncios, ya
que consideró que "el Indec debe ser reconstruido con profesionales
independientes elegidos por concurso".
A tono, el titular de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo
Morales, opinó que se produjo un cambio "para que nada cambie" y se
opuso a que el organismo sea dirigido por una persona cercana al
secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, cuya renuncia es
pedida desde hace tiempo por la oposición.
El rechazo a los cambios introducidos fue transmitido hoy por
dirigentes de la conservadora Unión-PRO, entre ellos De Narváez, al
ministro argentino del Interior, Florencio Randazzo, durante un
encuentro que mantuvieron, en el marco del diálogo que inició el
Gobierno con fuerzas de la oposición.
Fernández firmó este martes un decreto que ubica al organismo
bajo la dependencia directa del ministro de Economía, Amado Boudou,
tras la contundente derrota del oficialismo en las elecciones
legislativas de junio y en medio de duras y generalizadas críticas
sobre el manejo político del organismo.
El decreto presidencial crea un consejo académico que evaluará
las metodologías de la institución y un consejo de observación
económico y social, integrado por representantes de la industria, el
comercio y los servicios, los trabajadores y los usuarios y
consumidores.
La veracidad de los datos del Indec está cuestionada por la
oposición, consultoras privadas y los propios trabajadores del
organismo desde que el Gobierno introdujo cambios en la metodología
de la medición de los precios al consumidor, en enero de 2007.
Las modificaciones se hicieron luego de que el Gobierno
resolviera intervenir el ente oficial y desplazar a funcionarios
técnicos de áreas clave, que paulatinamente fueron sustituidos por
otros a cargo del polémico secretario de Comercio Interior.
Según cálculos de consultores privados, la inflación "real"
supera entre el doble y el triple a lo que informa el Indec. EFE