Nueva Orleans (EE.UU.), 16 jul (EFE).- Microsoft ha demostrado
durante su Conferencia Mundial de Socios que termina hoy en Nueva
Orleans que está orgullosa de Windows 7, el nuevo sistema operativo
que será lanzado el 22 de octubre.
Los principales ejecutivos de la empresa han expresado su
convencimiento de que los problemas que plagaron los primeros pasos
de Windows Vista han sido solucionados y que el futuro es más que
esperanzador.
El gigante de Redmond, y el conjunto del sector, se juega mucho
con Windows 7. La firma de consultoría IDC dio a conocer el lunes un
estudio en el que evaluó que Windows 7 supone una oportunidad de
negocio para el sector tecnológico de unos 320.000 millones de
dólares en hardware, software y servicios asociados.
El consejero delegado de Microsoft, Steve Ballmer, está
convencido de que la actual crisis económica es una gran oportunidad
para el sector de información y tecnología (IT), en general, y para
Microsoft, en particular.
"La mejor forma de productividad es innovación. Irónicamente, eso
significa que hoy en día hay más valor en IT como negocio que nunca
en el pasado. ¿Qué industria va a producir esa innovación? Ésta",
dijo Ballmer durante el discurso que pronunció el martes en la
Conferencia Mundial de Socios.
Microsoft está convencida de que Windows 7 es tan bueno y va a
interesar tanto a los consumidores que ha sincronizado su
lanzamiento con la apertura de tiendas que competirán con las de
Apple.
El anuncio lo realizó ayer el director de operaciones de
Microsoft, Kevin Turner, durante su intervención en Nueva Orleans.
De momento, el sistema operativo está empezando a ser distribuido
entre los fabricantes de sistemas (como Dell, HP, Asus o Acer) para
su instalación en PC que estarán a la venta en los próximos meses.
Mike Nash, vicepresidente de Gestión de Windows, resumió durante
una entrevista con Efe en la Conferencia Mundial de Socios la
satisfacción de la empresa con los resultados obtenidos con las
versiones beta y candidata a comercialización (RC).
"Estoy bastante orgulloso de Windows 7", afirmó Nash sin dudar un
solo segundo.
Nash explicó que la diferencia entre Vista y 7 "fue comprender lo
que necesitaban los clientes y los socios, asegurarnos que las
aplicaciones de Vista y XP funcionen en Windows 7. Es en eso en lo
que nos estamos concentrando".
A pesar de que Microsoft insiste en que los estudios que ha
realizado señalan que la mala prensa que tuvo Vista al principio de
su lanzamiento no se corresponde con la experiencia real de los
usuarios con el sistema operativo, la compañía reconoce que cometió
errores, principalmente en cuestiones de compatibilidad.
"Ahora tenemos dos definiciones", explicó Nash.
"La primera es que una aplicación es compatible cuando quien la
ha desarrollado dice que es compatible. La segunda es que hay veces
que una aplicación muy vieja de XP no va a funcionar en Windows 7.
Nuestro trabajo es asegurarnos que hay una nueva versión de esa
aplicación, o una actualización, que funciona con 7", dijo.
El resultado del trabajo realizado es que Microsoft asegura que
los sistemas equipados con Windows 7 funcionan igual o mejor que los
que tenían Vista hasta el punto que la nueva familia de
microportátiles, los "netbooks", pueden ejecutar Windows 7 cuando
nunca pudieron hacerlo con Vista.
Como ejemplo, Nash pone el caso de su hogar, donde todos los
ordenadores menos uno están funcionando desde hace meses con las
versiones beta y RC de 7, a pesar de que su mujer "tiene una
política muy estricta con respecto a no instalar en casa versiones
que no son finales".
La clave de que su mujer haya cambiado de opinión, comentó, es la
"simplicidad" para el usuario.
"En conjunto, lo mejor de Windows 7 es su simplicidad. Windows 7
simplifica los PC. Las respuestas que hemos tenido sobre su
simplicidad son extremadamente positivas. Y mi mujer no puede volver
ahora a Vista", apuntó. EFE