Buenos Aires, 1 abr (.).- La prima de riesgo de Argentina subió este miércoles tras vencer el martes los plazos que se había fijado el Gobierno de Alberto Fernández para negociar la deuda soberana emitida bajo ley extranjera, cuyo plan se ha ampliado en medio de la crisis global por el coronavirus.
El índice de riesgo país que mide el JP Morgan (NYSE:JPM), que establece la diferencia que pagan los bonos locales respecto de los títulos del Tesoro de Estados Unidos, volvió a quedar a un paso de los 4.000 puntos básicos al ubicarse en la apertura en 3.984, lo que representa un aumento de 2,6 % respecto a la víspera, en uno de los niveles más altos desde 2005.
En tanto, la Bolsa de Comercio de Buenos Aires abrió en alza, con un aumento del indicador S&P Merval de las acciones líderes del 2,22 % a 24.925,75 puntos, y del S&P BYMA Índice General del 1,97 % hasta las 1.047.478,25 unidades.
El Ministerio de Hacienda argentino informó en la noche del martes de sus esfuerzos para la sostenibilidad de la deuda, explicando las propuestas que presentará a los acreedores para conseguir una quita y un mayor plazo de pago que permita al país ganar tiempo para salir de la recesión, volver a crecer y fortalecer las reservas del Banco Central.
El Gobierno argentino esperaba completar para fines de marzo el proceso de reestructuración de la deuda pública emitida bajo legislación extranjera, un plazo que los analistas consideraban corto, pero la crisis global que genera la pandemia de COVID-19 y su impacto en la ya golpeada economía argentina, que en 2019 se contrajo un 2,2 %, terminó por cambiar definitivamente el escenario.
Según el nuevo comunicado oficial, "la deuda pública de Argentina se encuentra en una posición insostenible" y "el costo de refinanciación de la misma se ha vuelto excesivamente alto, por lo tanto se requiere un ajuste en los términos de la deuda pública, con un saldo de deuda elegible a reestructurar que asciende a 83.000 millones de dólares".
La iniciativa incluye asimismo un nuevo programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) con Argentina, tras los cerca de 44.000 millones de dólares que ya desembolsó como parte del crédito que se acordó para hacer frente a la crisis de 2018.
La propuesta a los acreedores se basa en fijar un período de gracia "sustancial" para la deuda en moneda extranjera, en una reducción de los cupones a mediano y largo plazo, en limitar la capacidad de servicio de la deuda a "niveles razonables" y establecer un mecanismo de recuperación de valor.
El Gobierno, que ya dialoga con los acreedores, no ha fijado un nuevo plazo para lanzar la oferta ni para completar la operación de reestructuración.