SAN PETERSBURGO (Reuters) - El entrenador de Francia, Didier Deschamps, se mostró aliviado el viernes tras la victoria 2-0 sobre Uruguay debido a que ninguno de sus futbolistas sufrirá suspensiones para la semifinal del Mundial.
Después de que Antoine Griezmann anotó el segundo gol de Francia, Kylian Mbappé estuvo involucrado en un incidente con el uruguayo Christian Rodríguez que terminó con el atacante de Francia en el suelo y jugadores de ambos lados intercambiando insultos y empujones.
La situación amenazaba con empeorar y Deschamps se llevó al mediocampista Paul Pogba a un lado para hablar con él mientras Mbappé y Rodríguez eran amonestados.
"Respecto a Paul, bueno, las cosas se pusieron un poco candentes, y teniendo en cuenta que tenía una tarjeta amarilla, no quería que perdiera los estribos y que se hiciera amonestar por nada", dijo Deschamps a periodistas tras el partido.
"Eso es lo que les dije a todos los jugadores. Si nos clasificamos y reciben tarjetas amarillas ... ni siquiera por faltas, sino por sus gestos, por su actitud, por ciertas palabras que se dijeron, eso es completamente innecesario".
El entrenador remarcó que sus jugadores deben comportarse siempre con corrección. "Se puede hablar con el árbitro, pero no se puede ser provocativo y no se puede caer en la provocación de tus rivales. Definitivamente no quería que fuera amonestado de nuevo".
Pogba era uno de los futbolistas franceses amonestados, por lo que corría riesgo de perderse la semifinal si recibía otra tarjeta amarilla y Deschamps celebró que no hubiera problemas disciplinarios.
"Tenemos margen de mejora", señaló. "Pero la juventud no solo es un punto débil. Se vio en la segunda mitad, hubo ciertos chispazos que pudimos controlar".
"Tenía seis jugadores amonestados y ahora tengo a todos disponibles para el próximo partido. Eso es genial".
(Inforamción de Simon Jennings en St Petersburgo. Editado en español por Javier Leira)