Por Richard Martin
BARCELONA (Reuters) - El Barcelona afronta el desafío de dejar a un lado su épica remontada en la Liga de Campeones contra el Paris St Germain y retomar el domingo sus aspiraciones de sumar un tercer título consecutivo de Liga con una visita al Deportivo de La Coruña.
Ganar el título de Liga al Real Madrid parecía ser la mejor opción para salvar lo que parecía una decepcionante campaña, aunque la remarcable remontada del miércoles contra el PSG - un partido que acabó con 6-1, revertiendo el 4-0 encajado en la ida en París - que les clasifico para cuartos de final de la Champions, les ha hecho creer que es posible un segundo triplete en tres años.
"Nunca hemos sido cautos y queremos ganar las tres competiciones" dijo Luis Enrique, cuyo equipo juega contra el Alavés la final de la Copa del Rey en mayo.
"(Hay que) Calmarse y entrenar. Nos gustaría salir y celebrarlo con la familia pero toca volver a trabajar".
El Barça ha ganado sus últimos seis partidos de liga y ha marcado 17 goles en sus últimos tres en todas las competiciones, aunque el Deportivo ha mejorado bajo las órdenes de su nuevo entrenador, Pepe Mel, y debería ofrecer más resistencia que en la última visita de los catalanes a Riazor la pasada temporada, que acabó con victoria del Barça por 8-0.
Desde la llegada de Pepe Mel, exentrenador del West Bromwich Albion y del Real Betis, el Deportivo acumula tres partidos sin perder: dos empates en casa ante el Atlético de Madrid y el Betis y una victoria sobre el Sporting de Gijón.
El Barça tiene un punto de ventaja sobre el Real Madrid en la clasificación, aunque el equipo de Zinedine Zidane ha disputado un partido menos. El equipo blanco estará atento para aprovechar cualquier desliz azulgrana cuando reciba al Betis, al que batió 6-1 en octubre.
El Betis sólo suma dos victorias en Liga en 2017.
El Madrid también alcanzó esta semana los cuartos de final de la Liga de Campeones, tras derrotar al Nápoles 3-1 el martes, aunque Zidane afrontó nuevas dudas sobre el estilo de juego de su equipo después de una tórrida primera mitad en Italia.
Los tres delanteros, Karim Benzema, Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, no consiguieron conectar y apenas lograron siete pases entre ellos, e hicieron falta dos goles de cabeza de Sergio Ramos para darle la vuelta al partido, que llegó al descanso con 1-0 a favor de los italianos.
Zidane, que tiene el hábito de mantener la calma en público mientras resta importancia a las críticas al equipo, dijo que no estaba muy preocupado por el juego de su equipo en un ambiente efervescente en el estadio de San Paolo."Las cosas las podemos hacer mejor que en la primera parte y debemos hacerlo. Jugando en este campo, con la presión que hicieron, sabíamos que podíamos tener dificultades", dijo Zidane tras el partido
"No podemos estar contentos con la primera parte pero sí con la segunda, en la que hicimos tres goles", agregó.