ROMA (Reuters) - El extravagante presidente del Nápoles, Aurelio Di Laurentiis, elogió a su entrenador Maurizio Sarri y negó que haya habido problemas entre los dos después de la eliminación de la Liga de Campeones de su equipo.
Di Laurentiis, un exitoso productor de cine italiano, no se quejó sobre el papel del equipo tras la derrota por 3-1 en casa ante el Real Madrid en la vuelta de la eliminatoria de octavos de Liga de Campeones y que sumó un 6-2 en el cómputo total de la eliminatoria.
Sus comentarios contrastan con los que realizó hace tres semanas tras el partido de ida, en los que criticó amargamente su actuación.
El Nápoles se impuso en la primera mitad del partido del martes y parecía capaz de ganar la eliminatoria llegando a estrellar incluso un balón en el palo, pero se desinfló después del descanso cuando el vigente campeón europeo marcó tres tantos.
"Aunque el resultado fue el mismo que en el partido de ida, no me decepcionó como en Madrid", dijo Di Laurentiis a periodistas.
"Fue una primera mitad ejemplar y el equipo lo dio todo en la segunda mitad, pero el Real es el Real, jugar contra el mejor equipo del mundo ha sido un gran éxito para nosotros".
Negó informaciones de medios de comunicación italianos que decían que la relación con Sarri se había roto y que el entrenador, que convirtió al Nápoles en el equipo más entretenido y goleador de la Serie A, podría salir al final de la temporada.
"Nunca ha habido una fricción con Sarri, lo que sucedió fue que dije después del partido de ida que el equipo había parecido desinflado y desmotivado", dijo.
"Siempre he hablado de Sarri como un conocedor del fútbol y un excelente entrenador".
Sarri, ex trabajador de la banca, dirige al conjunto napolitano por segunda temporada, tras haber logrado el segundo puesto de la Serie A la temporada anterior. Actualmente marcha en tercer lugar, dos puntos por detrás de AS Roma y 10 del actual líder, la Juventus.
Declaró que, a pesar del marcador, el rendimiento del martes le había dado confianza al equipo.
"Tengo la sensación de que no estamos muy lejos de su nivel", dijo el entrenador. "Hicimos la vida muy dura para un equipo muy fuerte, aunque teníamos varios jugadores jóvenes en el campo".
"Si miramos el partido y olvidamos la amargura del resultado, hay motivos para tener esperanza en el futuro".
"Ellos son un equipo joven con un futuro brillante delante de ellos. El último paso es el más difícil, pero creo que podemos hacerlo".