Por Richard Martin
MOSCÚ (Reuters) - España llegó al Mundial convencida de que estaba lista para dominar de nuevo el fútbol mundial, pero la eliminación del domingo ante Rusia en los octavos ha hecho retroceder a los campeones de 2010 una década y ha puesto fin a una generación gloriosa.
La idea de que España, con una escuadra repleta de ganadores a nivel de club e internacional, podía hacer las maletas tras enfrentarse al equipo del torneo peor situado en el ranking FIFA habría sonado ridícula hace apenas un mes, pero a medida que pasaban los minutos en el estadio Luzhniki, parecía cada vez más probable.
A pesar de un sorprendente volumen de 1.107 pases, España no pudo superar el estancamiento del partido con el 1-1 y su destino se vio sellado cuando el portero ruso Igor Akinfeev despejó con la pierna el disparo de Iago Aspas para imponerse por 4-3 en la tanda de penaltis.
Con un historial de constantes fracasos en el escenario internacional, España se deshizo de la etiqueta de perdedora durante un ciclo glorioso entre 2008 y 2012, cuando ganaron dos Eurocopas consecutivas y un primer Mundial.
Pero para los medios nacionales, este nuevo fiasco resultaba demasiado familiar.
"España retrocede una década", dijo el periódico El País, mientras Marca decía: "España regresa al pasado".
Lo que no está claro es qué dirección tomará España ahora.
No tienen entrenador y pronto estarán sin muchos de los jugadores que han sido parte del mobiliario durante tanto tiempo.
Andrés Iniesta confirmó su retirada internacional inmediatamente después del partido y Gerard Piqué seguirá sus pasos. Sergio Ramos y David Silva cumplirán 34 años en la Euro 2020.
"El final de una generación", rezaba la portada del periódico AS.
La decisión de prescindir del entrenador de los últimos años, Julen Lopetegui, días antes de la Copa del Mundo tras no revelar a la federación su fichaje por el Real Madrid después del torneo fue inevitablemente mencionada.
Si bien la decisión, tomada por el presidente de la federación, Luis Rubiales, contó con el respaldo de grandes sectores de los medios de comunicación e influyentes exjugadores como Xavi Hernández, inquietó a los jugadores que habían trabajado con Lopetegui durante dos años.
Koke, quien también falló en la tanda de penaltis, dijo que la pérdida de Lopetegui había sido un golpe.
"Se nos fue nuestro líder", dijo el mediocampista después del partido.
La falta de experiencia del sustituto provisional, Fernando Hierro, resultó evidente cuando introdujo en el partido a Dani Carvajal y Andrés Iniesta después de haberlos sacado de la alineación titular.
Hierro no parecía el hombre adecuado para su repentina transformación de director deportivo en entrenador.
"Llegué con un traje, me voy con un chándal", dijo el exdefensa del Real Madrid hace dos semanas.
No esperaba salir de Rusia tan pronto, pero dada la confusión que rodeó a la selección con el despido del hombre que los llevó allí, a nadie sorprenderle su pronta salida.