Por Ian Ransom
MELBOURNE (Reuters) - El cuatro veces campeón del mundo, Sebastian Vettel, ganó el Gran Premio de Australia para alegría de Ferrari (NYSE:RACE), enfriando las esperanzas de que Mercedes amplíe su dominio por cuarta sesión consecutiva en el campeonato de Fórmula Uno.
El alemán consiguió su victoria número 43 cruzando la meta con una diferencia de 9,9 segundos sobre el británico Lewis Hamilton, mientras el compañero de este último en Mercedes, Valtteri Bottas, terminó tercero en una espléndida tarde en Albert Park.
La victoria es la cuarta de Vettel con Ferrari, pero la primera desde el Gran Premio de Singapur en septiembre de 2015.
Esa fue también la última vez que Ferrari coronó el podio, pero la victoria de Vettel pone ahora de manifiesto el gran avance en rendimiento de la glamurosa escudería italiana, cuyos bólidos exhibieron un ritmo impresionante y gran fiabilidad en las pruebas de invierno.
"Para todos nosotros, es una sorpresa positiva", dijo Vettel en la conferencia de prensa posterior a la carrera.
"La gran diferencia fue poder tener un muy buen
coche ... Creo que, obviamente, el nuevo coche es en general fantástico y es una gran recompensa, (lo que supone) un gran alivio para todos".
Por primera vez en la era del motor turbo híbrido V6, que comenzó en 2014, hay un conductor que no corre por Mercedes en la cima de la clasificación del campeonato.
El compañero de equipo de Vettel y campeón en 2007, Kimi Raikkonen, terminó cuarto, con Max Verstappen de Red Bull en quinta posición.
El local Daniel Ricciardo tuvo que abandonar para decepción de los aficionados australianos al detenerse echando humo su Red Bull a mitad de carrera.
El coche del dos veces campeón mundial y corredor de MacLaren, el español Fernando Alonso, y el del debutante canadiense con Williams, Lance Stroll, tampoco lograron acabar el gran premio australiano.