Por Julien Pretot
KAZÁN, Rusia (Reuters) - Francia jugó el partido más soporífero del Mundial hasta el momento, pero tendrá un enfrentamiento radicalmente opuesto cuando choque el sábado con la resucitada Argentina de Lionel Messi en octavos de final.
Algunos hinchas probablemente se adormecieron cuando "Les Bleus" empató 0-0 con Dinamarca para terminar en la cima del Grupo C. En contraste, Argentina tuvo que sufrir para entrar a la fase de eliminación directa con un ajustado triunfo sobre Nigeria, en un duelo en el que Messi abrió el marcador.
Es un hecho que el equipo dirigido por Jorge Sampaoli no ha estado a la altura de las expectativas en el Mundial, pero su desempeño ante Nigeria, principalmente en el primer tiempo, fue quizás más vistoso que el exhibido por Francia en toda la fase de grupos, en la que anotó solo tres goles: uno de ellos de penal y otro por intermedio de un autogol.
El conjunto europeo insiste en que mostrará su mejor cara en el duelo del sábado, la cual le permita finalmente brillar en el torneo a su delantero estrella Antoine Griezmann.
En 2006, Francia tuvo muchos problemas en la fase de grupos, pero finalmente venció a España, Brasil y Portugal en su camino a la final. Un patrón similar puede aplicarse a Argentina en 1978, cuando ganó la Copa del Mundo después de perder contra Italia en la fase de grupos.
"Muchos equipos que llegaron a ser campeones comenzaron mal y luego se recuperaron", dijo a Reuters el exjugador argentino Daniel Bertoni, quien anotó contra Holanda en la final del Mundial jugado en 1978.
EL FACTOR MESSI
Con un impresionante arsenal de armas ofensivas lideradas por Kylian Mbappé, Griezmann, Ousmane Dembélé, Nabil Fekir y Olivier Giroud, Francia puede, en teoría, marcar en cualquier momento, pese a que solo Mbappé y Griezmann han marcado hasta ahora.
Por esto, la defensa argentina tendrá que trabajar duro para frenar el poder de fuego francés y mejorar las falencias que mostró en la etapa de grupos, en la que concedió cinco goles en tres partidos, tres de ellos en la dura derrota ante Croacia.
El centrocampista defensivo Javier Mascherano no está en su mejor momento, por lo que los defensores argentinos podrían tener dificultades para frenar la velocidad de Mbappé y Dembelé, en caso de que el delantero del Barcelona sea titular el sábado.
Por su parte, la defensa francesa no ha tenido problemas en el torneo y solo ha recibido hasta ahora un gol (de penal), pero el sábado tendrá una gran amenaza cuando enfrente a Messi.
Su compañero de equipo Samuel Umtiti, sin embargo, cree que el Messi de Argentina es diferente al jugador del Barcelona.
"No tiene los mismos jugadores con él y su forma de jugar es diferente, pero él los ha salvado (a los argentinos) en varias ocasiones", dijo el central.
Otra clave del partido será la capacidad de Francia para evitar que Messi sea alimentado por el mediocampo rival, especialmente por Ever Banega. Esa debería ser tarea de N'Golo Kante y Paul Pogba, quien deberá demostrar que tiene el temple suficiente para convertirse en la gran estrella francesa.