Por Richard Martin
BARCELONA (Reuters) - El anuncio de Luis Enrique de que abandonaría el Barcelona al final de la temporada no era del todo inesperado, pero el momento -al término de una rueda de prensa después de que su equipo venciera al Sporting de Gijón por 6-1 - sí que fue una sorpresa.
De hecho, el entrenador ya había considerado no renovar su contrato más allá del próximo verano durante la pretemporada, según dijo, tras el bache al final de su segunda campaña al frente de los culés. El Barça había sido eliminado de la Liga de Campeones y sólo pudo alzarse con un título de liga que no logró asegurar hasta la última jornada.
El bajón de forma, que hizo que el Barça perdiera tres partidos de liga consecutivos por primera vez en 13 años, fue la primera señal de que estaba empezando a fallar la maquinaria que llegó al triplete en su primera temporada.
La preocupación aumentó cuando el Barça cayó por 2-1 en casa frente a un Alavés recién ascendido después de que el entrenador introdujera varios cambios en el once inicial. Su muy criticada tendencia a la rotación volvió a penalizarlo en la derrota por 4-3 en el campo del Celta de Vigo.
El Barça se mantuvo en la lucha por el título de la liga y el miércoles superó al Real Madrid en la cima de la tabla, pero tampoco ha logrado convencer en los partidos frente a equipos grandes. El declive tocó su momento crítico con una dura derrota por 4-0 ante el PSG en París que ha dejado al club al borde de una temprana eliminación en Champions.
Había algo más que un leve rumor de descontento en el vestuario. Los pesos pesados Sergio Busquets y Andrés Iniesta criticaron públicamente la táctica del entrenador en París, aunque el entrenador encontró un aliado en Gerard Piqué.
El asturiano también apareció visiblemente agitado tras el partido en la capital francesa en un tenso intercambio con un reportero de la televisión catalana, al que pidió que utilizase el mismo tono en las derrotas que en las victorias.
Aunque Luis Enrique ha tenido una relación espinosa con los medios, cada vez parecía más claro que el estrés de un papel que había agotado a su predecesor Pep Guardiola finalmente le estaba pasando factura a él.
El Barça no pudo dar una respuesta adecuada en su siguiente partido contra el Leganés, salvando una victoria por 2-1 con un penalti tardío convertido por Lionel Messi que el argentino decidió no celebrar.
La incómoda relación de Luis Enrique con Messi casi le costó su trabajo en enero de 2015 después de que el argentino reaccionara mal a la decisión del entrenador de no ponerle en el once inicial frente a la Real Sociedad. En general, la impresión era que tenía poca conexión personal con los jugadores.
Estas tensiones subyacentes pueden contribuir a que Luis Enrique no sea recordado con la misma reverencia que Guardiola, a pesar de que ha logrado una colección de trofeos similar a su antiguo compañero de equipo, que fue coronado como el heredero espiritual de Johan Cruyff, el padrino del Barcelona moderno.
El presidente Josep Maria Bartomeu, sin embargo, elogió a Luis Enrique: "Ha sido un super entrenador estas temporadas", declaró. "Es inmejorable el éxito del Barça en estas tres temporadas y esto sigue, esto no para. Quedan tres meses apasionantes. Luis Enrique es uno de los grandes entrenadores de leyenda del Barça y le queda todavía trabajo por hacer".
Jorge Sampaoli de Sevilla y Ernesto Valverde de Athletic Bilbao son los dos principales candidatos para suceder a Luis Enrique, aunque se cree que el entrenador saliente quiere que su asistente Juan Carlos Unzúe asuma el control.
El argentino Sampaoli ha transformado al Sevilla en uno de los equipos más vistosos de Europa con un estilo de juego dinámico, basado en la posesión, que recuerda al apasionante fútbol de Guardiola. Se le considera como la elección favorita de los aficionados, mientras que el exjugador del Barça Valverde podría ser el preferido por los directivos, según medios.
El vínculo de Messi con su compatriota Sampaoli podría ser un factor decisivo, sin embargo. Quienquiera que el Barça designe, tendrá muy difícil igualar los logros de Luis Enrique, pese a que el asturiano nunca logró satisfacer a todos en el club.