Por Andrew Downie
(Reuters) - Neymar debía ser la gran figura de Brasil en el Mundial, pero después de los tres partidos de la fase inicial, Philippe Coutinho es quien se está llevando los aplausos.
El centrocampista del Barcelona volvió a ser clave en la victoria del miércoles del cinco veces campeón del mundo 2-0 sobre Serbia en el cierre del Grupo E.
La cantidad de premios por ser el "Jugador del Partido" de Coutinho en este Mundial iguala al número de cambio de peinados de Neymar.
Contra Serbia fue la fuerza creativa de Brasil, con un hermoso pase largo para que Paulinho pusiera el 1-0. Sus pelotazos entre las líneas rivales para Neymar y Gabriel Jesús deberían haberle dado más goles a Brasil.
Con todas las miradas puestas en el futbolista más caro del mundo, Coutinho ha tenido espacio para hacer lo que mejor sabe: sacar pases milimétricos, avanzar con balón dominado y rematar desde lejos.
A diferencia de Neymar, cuya obsesión por la fama le ha provocado tanto aplausos como abucheos, el tímido Coutinho tiene un perfil sorprendentemente bajo.
"Nunca me gusta hablar de mí mismo", dijo el centrocampista a periodistas la semana pasada. "Me interesa mejorar y ayudar a que Brasil sea campeón el mundo. ¿Ser el mejor del mundo? Lo dejo para otros (que decidan)".
El gran nivel de Coutinho es bienvenido en un equipo cuyos mejores jugadores han tenido problemas para rendir como antes del Mundial, cuando la selección ganó 17 de sus 21 partidos previos.
Willian, Gabriel Jesús y el propio Neymar aún no han alcanzado su mejor nivel y Brasil sabe que necesitará más de sus grandes nombres si quiere agregar una sexta estrella a su famosa camiseta amarilla.
Por ahora, sin embargo, puede confiar en Coutinho mientras piensa en el choque de octavos de final con México.