Por Karolos Grohmann
MOSCÚ (Reuters) - Rusia, la selección anfitriona del Mundial, reemplazará la presión por el placer y luchará por mantener en alto el orgullo nacional en el partido del sábado ante Croacia por los cuartos de final del Mundial.
La selección, que llegó al Mundial como la peor clasificada en el ranking de la FIFA entre las 32 participantes, ha desafiado las expectativas de sus aficionados alcanzando los cuartos de final.
Los futbolistas rusos se han convertido en héroes nacionales, lo que obligó al alcalde de Moscú a abrir una nueva área pública para los hinchas de cara al choque del sábado.
"Ahora no hay tanta presión, comparado con la presión que sentimos antes del torneo. Ahora estamos en cuartos de final y solo queremos llevar placer a nuestros seguidores y llegar más lejos", dijo a periodistas el centrocampista Aleksandr Samedov.
Los reconocimientos a nivel local incluyen un bisonte bautizado como el delantero Artem Dzyuba y un águila recién nacida que lleva el nombre portero Igor Akinfeev, quien atajó dos penales contra España en los octavos de final.
El técnico ruso, Stanislav Cherchesov, sabe que la mayoría de las 48.000 personas que vayan al estadio apoyarán a los locales, pero el exportero ha mostrado poco interés en la efusividad emocional de la nación.
"Las emociones son simples, las muestras cuando diriges el equipo. Ahora solo estoy pensando en el próximo juego", dijo Cherchesov tras la victoria sobre España.
El técnico tiene varios problemas que resolver, y su mayor preocupación aparece en el mediocampo. Alan Dzagoev se ha recuperado de una lesión en el tendón pero no pudo completar ningún entrenamiento, mientras Samedov estuvo al margen el martes con un problema físico no especificado.
El también centrocampista Yuri Zhirkov está lesionado y es poco probable que vuelva a jugar en el Mundial, a menos que los anfitriones lleguen a la final en Moscú el 15 de julio.
El mediocampo es visto como un sector clave para el partido del sábado, ya que el croata Luka Modric es considerado como uno de los mejores del mundo en su puesto. Y sacarle la pelota nunca es una tarea fácil.
Detener las asistencias de Modric a un ataque de clase mundial que incluye a Mario Mandzukic, Ante Rebic, Marko Pjaca, Ivan Perisic y Andrej Kramaric será crucial para los rusos, que tendrán que acorralar a la estrella del Real Madrid y mostrar un juego mucho más agresivo que el del domingo ante España.
"Contra España usaron un sistema diferente, pero debes adaptarte a cada equipo contra el que juegas. Ellos pensaron que era la mejor táctica y creo que tomaron la decisión correcta. Nos prepararemos bien para ambas versiones, todavía tenemos un par de días para prepararnos bien", dijo el delantero croata del Inter de Milán Ivan Perisic.
Rusia no ha llegado a una semifinal de un Mundial como nación independiente. La Unión Soviética logró esa hazaña en 1966.