Por Rik Sharma
MADRID (Reuters) - El defensa catalán del Barça, Gerard Piqué, fue objetivo del enfado de los aficionados españoles mientras participaba en un entrenamiento a puerta abierta con la selección nacional el lunes, un día después de un referéndum de autodeterminación en Cataluña considerado ilegal por el Gobierno español.
El defensa, quien votó en el referéndum y ha criticado la violencia policial contra los votantes que provocó cientos de heridos, ha sido durante mucho tiempo el objeto de las críticas por parte de los aficionados españoles, pero el aluvión de insultos fue particularmente grave el lunes.
Los seguidores de la selección que asistieron al entrenamiento en las instalaciones de Las Rozas (Madrid) abuchearon y pitaron a Piqué, portando pancartas con insultos contra él y cantándole que se fuese del equipo. La selección se prepara actualmente para las clasificaciones del Mundial de Fútbol.
Los medios españoles informaron de que la policía había confiscado algunas de las pancartas.
"El compromiso de Piqué con la selección es bárbaro", dijo en la Cadena COPE el entrenador Julen Lopetegui. "Piqué es un tipo querido en el vestuario".
El técnico vasco reconoce que habló anteriormente con el jugador "para saber de primera mano cómo estaba". "Le veo con ganas y motivado", añadió el entrenador.
Sin embargo, Lopetegui defendió la decisión de llevar a cabo la sesión de entrenamiento en público, comentando que "hubiera sido un error entrenar a puerta cerrada. La gente también tiene derecho a expresarse".
"Sé que la situación es desagradable, pero pido a la gente un poco de raciocinio y de cordura", dijo el técnico.
Piqué, de 30 años, dijo el lunes que abandonaría la selección española si se lo pidiesen Lopetegui o la Real Federación Española de Fútbol.
El catalán ya ha anunciado que se retirará del fútbol internacional después del Mundial de 2018 en Rusia, habiéndose cansado de ser criticado constantemente por los seguidores de la selección.
Piqué ha jugado 91 veces con España y formó parte del equipo que ganó el Mundial de 2010 y la Eurocopa de 2012.
Líder del grupo G y tres puntos por encima de Italia, la selección española tiene como objetivo asegurarse una posición en la final de las clasificaciones cuando juegue en casa contra Albania el 6 de octubre y en Israel tres días después.