MOSCÚ (Reuters) - El portero Igor Akinfeev, el héroe ruso en la tanda de penaltis ante España, agradeció a Dios, a la suerte y al público del estadio Luzhniki por llevar al equipo anfitrión a los cuartos de final de un Mundial por primera vez desde 1970.
"En la segunda mitad tratamos de defender. Estábamos esperando los penaltis y eso fue lo que sucedió. Gracias a Dios", dijo después de que Rusia ganara 4-3 en los penaltis tras el 1-1 de los 120 minutos reglamentarios.
Akinfeev detuvo los remates de Koke y de Iago Aspas, mientras que sus compañeros rusos anotaron los cuatro remates.
"Gracias a Dios, tuvimos suerte, eso es todo", destacó el portero, que al igual que su homólogo español David de Gea tuvo poco trabajo durante el partido.
Akinfeev reconoció el papel jugado por los 78.000 espectadores que llenaron el estadio en Moscú: "No soy el hombre del partido, el hombre del partido es nuestro equipo, y nuestra afición", dijo tras recibir al premio al mejor jugador del partido.
"Estamos teniendo una Copa del Mundo fantástica".
(Reporte de Alastair Macdonald; editado en español por Javier Leira)