Por Ian Ransom
KAZÁN, Rusia (Reuters) - El entrenador de Bélgica, Roberto Martínez, aseguró el viernes que es "el hombre más orgulloso de la Tierra" y no escatimó elogios para su equipo por haber creído que podía eliminar al pentacampeón Brasil, alcanzado las semifinales de un Mundial por segunda vez en su historia.
La valiente selección belga mostró su capacidad ofensiva al principio del encuentro y logró sobrevivir después a la acometida final brasileña para imponerse 2-1, metiéndose entre los mejores cuatro de la Copa del Mundo por vez primera en 32 años.
El entrenador español realizó cambios en su once titular, incluyendo a Marouane Fellaini y Nacer Chadli, al tiempo que dejó en el banquillo a Dries Mertens para permitir que el creativo Kevin De Bruyne pudiera jugar más adelante.
El guión demostró ser magistral, ya que De Bruyne complicó en reiteradas ocasiones a la zaga sudamericana en una brillante primera mitad, anotando un golazo a los 31 minutos para poner el 2-0 tras el autogol de Fernandinho al comienzo del encuentro.
"Hoy no se trató solamente de la táctica, sino de la ejecución de la misma. Hoy se trataba de la mentalidad, soy el hombre más orgulloso de la Tierra porque le di a mis jugadores una tarea táctica muy rígida y ellos creyeron en ella hasta el último segundo. Fue increíble", dijo Martínez en rueda de prensa.
"Cuando te enfrentas a Brasil hay una barrera psicológica, porque sabes que juegas ante los mejores y por los cinco Mundiales que ganaron. Lo más importante era romper esa barrera, tácticamente teníamos que ser valientes, cambiar las cosas era una apuesta y necesitábamos que nuestros jugadores creyeran en el cambio", apuntó.
Según indicó el estratega español, "lo determinante ha sido el compromiso de los jugadores, este es un triunfo muy especial para esta generación, comprometida y con ambición. Logramos una gran hazaña ante un gran equipo".
Bélgica buscará el martes el pasaje a la final ante Francia en San Petersburgo, en un intento por superar lo que consiguió la selección entrenada por Guy Thys en México 1986, cuando fue eliminada en semifinales por la Argentina de Diego Maradona.
El mejor jugador del partido, De Bruyne, dijo que el equipo pasó una "prueba de carácter" en los últimos 15 minutos, cuando Brasil apretó para lograr un empate que no llegó nunca, en parte gracias a la gran actuación del portero, Thibaut Courtois.
"Ahora nos enfrentaremos al extraordinario equipo de Francia, pero cuando llegas a las semifinales de un Mundial, sabes que no te vas a enfrentar a una oposición débil", afirmó.
"Llegamos en igualdad de condiciones con ellos y haremos todo lo que podamos para ganar", agregó.