Por Pritha Sarkar
LONDRES (Reuters) - En el décimo aniversario de la final masculina de Wimbledon 2008 que es ampliamente considerada como el "mejor partido de tenis de todos los tiempos", parece que las estrellas se pueden alinear para que Roger Federer y Rafael Nadal se enfrenten en otra final épica.
Ambos son nuevamente los dos mejores jugadores del mundo, y se han repartido los últimos seis títulos de Grand Slam, sumando entre ambos 37 títulos importantes.
Pero, lo más importante, ambos están en forma y sanos al mismo tiempo y hay indicios de que el 15 de julio podría producirse una revancha, ya que ambos han alcanzado los octavos de final del torneo que se disputa en pistas de césped sin perder un set.
Mientras los aficionados al tenis en todo el mundo comienzan a soñar, esperando y anhelando que los dos jugadores de mayor éxito del planeta tenis renueven su rivalidad en el mejor escenario del deporte, hay una persona que definitivamente no está entusiasmada con la idea.
"Si estoy en la final, prefiero enfrentarme a un oponente más fácil. No soy estúpido", dijo el sábado Nadal, el número uno del mundo, generando las risas de los periodistas.
Desde que alcanzó su quinta final en All England Club hace siete años, Wimbledon no ha sido un territorio feliz para el campeón de 2008 y 2010, ya que no ha logrado pasar de octavos de final.
El español ha perdido contra jugadores situados en el número 100 del ranking o más en cuatro de sus cinco últimos torneos en Londres, ya que sus malogradas rodillas no respondieron bien en una superficie que requiere agacharse constantemente dado que bajo bote de la bola en hierba.
DERROTAS CONSECUTIVAS
Aunque hubo un tiempo en que Nadal dominaba a Federer, con un récord de 23 partidos ganados frente a 11 perdidos incluyendo 8-2 en enfrentamientos de Grand Slam disputados hasta 2016, en los últimos 18 meses el español ha perdido cuatro partidos consecutivos contra su gran rival.
Esa racha, que comenzó con Federer, que ahora tiene 36 años, ganando un palpitante partido a cinco sets en la final del Abierto de Australia del año pasado, ha permitido al ocho veces campeón de Wimbledon reducir la ventaja de Nadal en enfrentamientos directos a 23-15.
Pero después de alzar el trofeo de Roland Garros por undécima vez hace menos de cuatro semanas, Nadal parece entusiasmado ante la posibilidad de completar el doblete Roland Garros-Wimbledon por tercera vez en su carrera.
"Para mí es fantástico vivir de nuevo toda esta gran experiencia, jugando muy bien en una fase tan avanzada de mi carrera, teniendo un gran año el año pasado, teniendo un buen año este año", dijo el tenista, de 32 años, que ha sufrido una serie de lesiones de rodilla, muñeca, espalda o cadera.
"Todos estos problemas que estoy pasando durante mi carrera (...) me hacen disfrutar más de los buenos momentos. Estoy jugando bien. Tengo muchas ganas de seguir jugando bien", declaró.
"Si estoy en la final, será una gran noticia", agregó con una sonrisa antes de su partido de cuarta ronda con el checo Jiri Vesely.
No obstante, Nadal preferiría no ver al otro lado de la red a su familiar enemigo suizo, que se medirá con el francés Adrian Mannarino en octavos.
Sin embargo, jugar juntos en dobles es una perspectiva mucho más atractiva. "¿Por qué no?" dijo el español. "(Si) él puede hacerlo, puedo hacerlo", agregó con una sonrisa.
(Información de Pritha Sarkar, Traducido por Emma Pinedo)