Los fondos que se trabajarán están dirigidos a inversores experimentados, también denominados clientes profesionales. Se trata de productos que hasta ahora solo eran accesibles por un cliente muy exclusivo con patrimonios muy elevados y que ahora se han abierto a un segmento más amplio gracias a los nuevos productos que han diseñado gestoras como GSAM.
La deuda privada es aquella que concede financiación a la pequeña y mediana empresa y es un mercado que, según apunta un informe de GSAM, desde el 2010, ha multiplicado por cuatro su volumen a nivel mundial.