Por Jesús Aguado
MADRID (Reuters) - Banco Santander (MC:SAN) anunció el viernes un incremento interanual del 37 por ciento en el segundo trimestre apoyándose en la sólida evolución de su mayor mercado, Brasil, aunque su colchón de capital se vio afectado por la reciente absorción del inviable Banco Popular (MC:POP).
El mayor banco de la eurozona por capitalización bursátil -que consolidó Popular en sus cuentas por primera vez desde que se lo adjudicó el 7 de junio - anunció un beneficio neto de 1.749 millones de euros en el periodo abril-junio, en línea con lo previsto por los analistas.
El margen de intereses - la diferencia entre lo que el banco paga en depósitos y cobra en créditos - se situó en 8.600 millones de euros en el trimestre, un 13,6 por ciento más que el año anterior.
Estas cifras se apoyaron en gran medida en Brasil, una filial que logró un incremento interanual del 42 por ciento en su beneficio en el segundo trimestre, una evolución notablemente mejor que la del resto de mercados, incluido el Reino Unido, donde la debilidad de la libra esterlina y nuevas provisiones contribuyeron a un descenso del 18 por ciento en el beneficio del segundo trimestre.
Al igual que otros competidores españoles y europeos, Santander se enfrenta a un escenario de tipos de interés en mínimos históricos que contienen sus márgenes del negocio de concesión de créditos, lo que se suma a una fuerte competencia en España.
En el mercado español, el margen de intereses cayó un 4 por ciento en términos interanuales.
El director financiero del grupo, José García Cantera, dijo en una presentación para analistas que el margen de intereses volvería a crecer en los próximos trimestres, al materializarse la incorporación de ingresos y beneficios de la compra de Popular.
En junio las autoridades europeas acordaron una resolución in extremis de Popular al ver amenazada su liquidez, adjudicando a continuación la entidad por un euro a Santander, que asumió la limpieza del banco sin ayudas.
El consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez, dijo durante una rueda de prensa el viernes que los saneamientos asociados a la resolución de Popular dejaron en este banco unas pérdidas históricas de 12.000 millones de euros.
Estas pérdidas supusieron un ajuste patrimonial en Popular, que quedó con un patrimonio negativo de 200 millones y lastró por ello la solvencia de Santander. El capital CET1 "fully loaded" - la medida más exigente en esta área - del banco presidido por Ana Botín cayó al 9,58 por ciento a finales de junio desde el 10,66 por ciento registrado tres meses antes, como consecuencia de la adquisición.
Sin Popular, el ratio de capital se habría situado en el 10,72 por ciento, dijo Santander.
Se prevé que el banco revierta rápidamente esta situación tras completar una ampliación de capital de 7.000 millones de euros que pretende preservar los ratios del grupo.
La operación de Popular aumenta el volumen de negocio del grupo pero también incrementó la tasa de morosidad de Santander al 5,37 por ciento del total de crédito a finales de junio desde el 3,74 por ciento a finales de marzo, aunque aun así sigue siendo menor que la de otros grupos bancarios españoles.
Santander dijo que inyectó 13.000 millones de euros de liquidez el 7 de junio para estabilizar Popular y que los depósitos en esta entidad han aumentado en 6.500 millones de euros en los últimos meses, y que ha recuperado unos 3.000 millones de euros en créditos fiscales por la adquisición de Popular.
El consejero delegado José Antonio Álvarez también dijo que el banco esperaba vender rápidamente una participación mayoritaria en la cartera inmobiliaria que heredó de Popular, valorada en 30.000 millones de euros.
En bolsa, las acciones de Santander mostraban un avance del 0,12 por ciento en un mercado bajista.